WASHINGTON, 7 de abril (PL).—
El oportunismo político mostrado por los republicanos en Estados
Unidos a raíz del caso de Terri Schiavo, quien falleció la semana
pasada por inanición, se hizo más evidente hoy, tras salir a la
luz un memorando.
El documento, emitido por la oficina
del senador oficialista Melquíades Martínez, instaba a los
líderes del partido a sacar ventajas políticas de la polémica que
generó la situación de Terri, desconectada de la máquina de
nutrición que la alimentaba, por una orden judicial.
"Este es un tema moral de
relieve y a la base (de electores) en favor de la vida le
entusiasmará que el Senado debata este asunto importante",
dice el memorando, redactado por Brian Darling, asesor legal de
Martínez, ex secretario de Vivienda del gobierno del presidente
George W. Bush.
A Terri, de 41 años, le había sido
retirada la sonda de alimentación el 18 de marzo último, por
solicitud de su esposo, Michael Schiavo, quien aseguró que fue ella
la que pidió no ser mantenida con vida en caso de padecer muerte
encefálica.
Sin embargo sus padres, Bob y Mary
Schindler, alegaban que su hija tenía cierta actividad cerebral, y
debía continuar con vida, aunque tuviese que ser alimentada a
través de una máquina.
En 1990, la estadounidense sufrió un
infarto mientras se sometía a un severo régimen de alimentación
para adelgazar, y quedó en estado vegetativo.
El caso fue centro de una serie de
conflictos judiciales en Estados Unidos, lo cual acentuó la batalla
política entre conservadores y liberales, ya incentivada por la
polémica de los matrimonios gays, las investigaciones sobre
células madres y el aborto.
Bush y los republicanos en el
Congreso se pronunciaron a favor de la reconexión de la paciente,
lo cual generó críticas en medios de comunicación y
organizaciones sociales, las cuales interpretaron como oportunismo
político esa postura.
Una encuesta realizada por la revista
Time arrojó que la intervención del gobernante y del Legislativo
en el caso Terri respondió más a intereses políticos que a
valores religiosos.
El 65 por ciento de las personas
consultadas consideró que la política fue el motivo principal de
la incursión gubernamental en el asunto.