Lucha política en el Ecuador por el control del poder judicial
QUITO, 4 de abril.— La
lucha política en el Ecuador por el control del poder judicial, sin
importar los intereses de la nación, amenaza hoy con arrastrar a
este territorio a una profunda crisis, sin visos de solución, dio a
conocer Prensa Latina.
Bucaram regresó a pesar de
todas las acusaciones.
La anulación de los
juicios contra los ex presidentes Abdalá Bucaram y Gustavo Noboa
constituyó la carta que cerró todo camino al diálogo entre el
Gobierno y la oposición.
Bucaram, acusado de dos
delitos de malversación de fondos, y Noboa, pendiente de juicio por
irregularidades cometidas durante la renegociación de la deuda
externa, regresaron al país, lo cual provocó rechazo en medios de
prensa y sectores poblacionales.
Tales decisiones
motivaron desprecio entre diversas capas de la población, que
acusaron al presidente Lucio Gutiérrez, de haber pactado desde hace
tiempo el retorno de Bucaram, destituido en 1997 y desde entonces
exiliado en Panamá.
Sin embargo, los
sectores populares tampoco creen en los partidos de oposición, que
sufren de desgaste y desprestigio por sus fracasados intentos de
controlar los espacios de poder, sin pensar en los intereses
nacionales o de la clase trabajadora.
La incapacidad de la
Izquierda Democrática (ID), los Social Cristianos (PSC) y el
Movimiento Indígena Pachakutik de ponerse de acuerdo para cesar la
Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha perjudicado su credibilidad ante
la opinión pública.
La presidencia de la CSJ
cayó en manos de Guillermo Castro, aliado y amigo del ex presidente
Bucaram, lo cual facilitó despejar el camino para concretar su
retorno.
Según analistas
políticos, no hay señales claras de que se pueda lograr un
consenso que devuelva al país una justicia independiente y
confiable.
Esta lucha política se
registra en medio de una situación crítica, por las huelgas de los
médicos de los hospitales públicos, que inició este lunes su
séptima semana sin solución, y de los trabajadores judiciales,
mientras la Federación Unitaria de Trabajadores (FUT) amenaza
igualmente con emprender protestas para exigir la renuncia del jefe
de Estado y de Castro, responsables de la anulación de los juicios
contra Bucaram y Noboa.
Por su parte, la
Asamblea de Quito, máxima representación de esta ciudad, se
declaró en desobediencia civil, anunció también movilizaciones y
la celebración de una reunión nacional para buscar una salida a la
crisis.
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