WASHINGTON,
18 de marzo (PL).— A
dos años de la invasión a Iraq, la situación es insostenible para
el ejército estadounidense, que debe retirarse de ese país árabe,
afirmó hoy un sitio web.
Según Antiwar.com, más de mil 500
soldados norteamericanos han perdido la vida en el conflicto,
mientras la cifra de heridos supera los 16 mil.
Destacó que uno de cada seis
soldados que regresan a casa sufre de problemas psíquicos, una
proporción que podría aumentar en el próximo año.
Investigaciones de las universidades
John Hopkins y Columbia revelaron que cerca de 100 mil iraquíes
murieron a causa de la guerra, aunque al cumplirse mañana dos años
de la conflagración la cantidad sería de 133 mil.
Antiwar.com subrayó que la
infraestructura iraquí está en ruinas y su reconstrucción es
difícil ante los continuos combates.
El conflicto ha costado a Estados
Unidos miles de millones de dólares, una cifra que va en constante
aumento, en medio de los recortes de los programas sociales en la
Unión.
"No había ninguna
justificación por iniciar esta guerra y no hay ninguna buena razón
para continuarla. Es tiempo para traer a nuestras tropas a
casa", agregó.
La página electrónica aseguró que
no hay forma de que el ejército estadounidense imponga la paz en
ese país árabe, donde la resistencia mantiene en jaque a los
ocupantes y a sus colaboradores.
Indicó que la administración de
George W. Bush se niega a anunciar un cronograma de repliegue
militar. Por el contrario, el Pentágono construye varias bases en
esa nación del Golfo Pérsico.
La presencia de las fuerzas
norteamericanas en Iraq podría mantenerse largo tiempo, según se
desprende de las declaraciones de funcionarios del gobierno,
añadió.
El sitio web afirmó que el
mandatario planea continuar la ocupación hasta lograr que Iraq se
convierta en un satélite de Washington.
Bush no retirará las tropas a menos
que los norteamericanos lo exijan y obliguen al gobierno a poner fin
a la intervención del Pentágono, apuntó.
Este viernes se desarrollarán
manifestaciones en la Unión contra la guerra en Iraq, como parte de
una campaña nacional de ex militares, familiares de soldados y
grupos antibélicos para terminar con la ocupación de esa nación.