Frente a la ofensiva del mercado,
acelerada por la globalización, existe el temor de una
homogenización cultural o lo que es lo mismo que desaparezcan las
singularidades, constitutivas en sí mismas de la identidad cultural
de cada pueblo.
Sobre esa realidad imperante en el
mundo de hoy versó este viernes, en el Palacio de las Convenciones,
el panel Mercado y Diversidad Cultural, como parte del VII
Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y
Problemas del Desarrollo, cuya clausura acontecerá en la noche.
El conocido periodista Ignacio
Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, fue la voz central en
ese debate, donde denunció la occidentalización del orbe y
confirmó que la ofensiva cultural se traduce en un mismo modo de
comportarse, en un mismo modo de ser.
A la pregunta de quién se resiste a
tales pretensiones, mencionó que en el planeta hay tres grupos
humanos: los campesinos, el mundo islámico y el movimiento
indigenista, que oponen resistencia a la extensión a ultranza de
esos modelos al conjunto del universo.
Alertó Ramonet una vez más en torno
a las amenazas de este modelo de mercado tan agresivo, definición
igualmente compartida en esta mesa por el italiano Carlos Fabreti y
el cubano Fernando Rojas, quienes pusieron de relieve las bondades
de un sistema social donde las políticas públicas, como deviene el
caso cubano, protegen la diversidad cultural.
En un aporte más al abordaje amplio
de un tema tan vital y actual, intervino Armando Hart Dávalos,
director de la Oficina del Programa Martiano, quien dijo que el
término cultural es de tal importancia que resulta imposible
medirlo de forma convencional.
Precisamente, la defensa de la
diversidad cultural mereció especial atención en otro panel del
foro, en el que intelectuales de renombre, economistas y figuras
políticas la identificaron como una de las posiciones primordiales
en la preservación de la supervivencia y el futuro de la humanidad,
cuando se acrecientan los peligros para el planeta.
El intercambio profundizó en la
necesidad de pasar de la resistencia a la ofensiva mundial contra el
pensamiento hegemónico neoglobalizador, a lo cual contribuyó el
Encuentro Mundial En Defensa de la Humanidad, celebrado en diciembre
último en Caracas, donde nació la idea de crear una red de redes
que accione contra el poder imperialista. (AIN)