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Y no puedo fallarle
IFRAÍN SACERIO
GUARDADO
CIFUENTES, Villa Clara.—
En sus 16 años de edad, Diadenis Rojas nunca se había sentido tan
responsable. Alcanzó el noveno grado y "lo abandonó porque no me
adaptaba..." A partir de entonces, sus días y noches fueron de
zozobra, tan jovencita, pese a todas las oportunidades que tenía.
Diadenis en plena faena de
control de los pacientes.
"Propusieron
que fuera promotora de salud. Pasé el curso de 45 días y aquí
estoy desde septiembre. Imparto charlas educativas, tomo la tensión
arterial, doy masajes a quienes lo necesitan, y atiendo a todo el
que requiera mis servicios en esta sala de rehabilitación."
Ella no ha dejado de
oír la música que le agrada, ni de salir con sus amigas, aunque
ahora con una responsabilidad que la anima: ayudar a sus semejantes.
"Ahora
voy a casa de un anciano que está en cama. Sé tomar la tensión
arterial y también qué recomendar si la tiene alta o baja.
Además, si no está a mi alcance resolverla puedo reportar
cualquier situación al consultorio, ubicado a casi cinco
kilómetros de aquí".
Vive en el asentamiento
de El Frasco, a siete kilómetros de la zona urbana de Cifuentes,
sin suministro de electricidad desde la red nacional. La sala de
televisión colectiva que poseen allí se activa mediante un panel
solar. Antes de ocupar el local también como Módulo de
Rehabilitación de salud, los vecinos disfrutaban de sus programas
preferidos, de las mesas redondas, del noticiero, la
película...Ahora, además, reciben charlas educativas, audiencias
sanitarias, promoción de estilos de vida, educación nutricional y
sexual... y cuentan con la promotora de salud a quien acudir cuando
algún malestar o dolencia los ataca.
Diadenis es de poco
hablar, pero Ä por sus expresiones— supongo que aspira a ser cada
día más fiel a quienes la iniciaron en esa tarea de ayudar a los
demás.
En Cifuentes hay nueve
módulos de rehabilitación en salas de video ubicados en zonas de
difícil acceso, a las que se han acercado las labores de salud: y
el programa Educa a tu hijo, entre otras.
En la provincia
funcionan 86 módulos que cuentan con mesa, colchón, espaldera,
paralelas, juego dumbells y polea de pared. Han sido instalados en
igual número de salas de televisión de las zonas rurales.
El doctor Jesús
Sánchez Pérez, vicedirector de Asistencia Médica de la Dirección
Provincial de Salud en Villa Clara, explicó que 84 de esos centros
disponen de electricidad gracias al funcionamiento de paneles
solares.
A partir de la
ubicación de un promotor de salud en las comunidades que disponen
de salas de televisión, y de la habilitación de estas con equipos
indispensables, las personas que allí viven reciben servicios que
antes solo se brindaban en las cabeceras municipales.
Las 86 salas están
ubicadas en 11 de los l3 municipios de la provincia y benefician a
13 451 personas, 197 de ellas discapacitadas. Sus servicios se suman
a otras instalaciones, más completas, inauguradas en las cabeceras,
y toda esa infraestructura se ampliará con otras que actualmente se
construyen en todo el territorio villaclareño.
Sigo el ejemplo de mi
madre, una mujer que da clases en una escuelita de primaria con una
matrícula de dos alumnos y que dispone de todo lo que lleva un aula
para 20 alumnos. Ella es mi inspiración. ¡Y no puedo fallarle¡,
dice Diadenis. |