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Pedagogía 2005
Declaración de La
Habana
Renovados
aires de lucha se sienten en América Latina, que se levanta contra
los restos de fracasadas políticas educativas neoliberales, las
cuales han sometido y someten a millones de hombres y mujeres al
analfabetismo y a millones de niñas y niños a la falta de una
educación inicial y básica a la que tienen el derecho declarado en
las constituciones nacionales. A pesar de los esfuerzos
desarrollados en las últimas décadas por mejorar la calidad
educativa, la UNESCO ha reconocido que no es posible cumplir las
metas de Educación para Todos, ni siquiera en el 2015, en que
millones de personas continuarán en la más absoluta ignorancia, 40
millones de ellos en nuestra región.
José Martí nos
enseñó que no hay igualdad social posible sin igualdad de cultura,
por eso la lucha por la erradicación del analfabetismo, la
extensión de los servicios educativos y el cumplimiento de dichas
metas, son los mayores aportes que los educadores podemos hacer por
el mejoramiento humano de nuestros pueblos.
En estos Congresos hemos
discutido sobre los complejos problemas educativos que existen en
nuestros países y constatado que el empleo de las tecnologías de
la información y la comunicación, sin suplantar la insustituible
labor de los docentes, se han venido extendiendo con éxito en la
escuela cubana, han cambiado las formas de trabajo del maestro y del
alumno, así como las posibilidades de ambos de obtener los
conocimientos y desarrollar sus potencialidades. Se abren así
nuevas expectativas para el perfeccionamiento escolar, la
erradicación del analfabetismo, la atención a jóvenes
desvinculados del estudio y la extensión de la educación superior,
entre otros aspectos que ya se aplican en diferentes esferas de la
labor educativa en varios países de América Latina y el Caribe y
del resto del mundo. Cuba ofrece para ello, con gusto, sus modestos
esfuerzos y experiencias.
Con satisfacción se ha
evidenciado en estos Congresos que el lema "Encuentro por la Unidad
de los Educadores" se ha hecho realidad.
Conscientes de nuestras
responsabilidades para con nuestros pueblos, los educadores de
América Latina y el Caribe, declaramos que hoy, más que nunca, es
necesario marchar unidos por un mundo de paz, aprovechar los
esfuerzos y potencialidades de cada país, así como de la
Asociación de Educadores Latinoamericanos y del Caribe para luchar
por una educación que rescate los valores y la cultura de nuestros
pueblos y que ofrezca a los maestros mayores oportunidades de
superación.
Los más de 5 400
educadores de 51 países, presentes en los Congresos Pedagogía 2005
y Mundial de Alfabetización, reafirmamos el compromiso de alcanzar
en nuestros países la alfabetización de la población de jóvenes
y adultos y de sectores priorizados de la sociedad, lograr que todos
los niños y niñas en edad escolar ingresen al sistema educativo,
lo culminen y adquieran una educación inicial y básica de calidad
con igualdad de oportunidades. Hemos apreciado que la batalla por
comprender, divulgar y extender en nuestros países la Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA), representa una tarea cultural
y educativa de primer orden que permitirá no solo mejorar la
calidad de la educación y la vida de nuestros pueblos, sino que
impedirá a los que se creen dueños del mundo y de los destinos de
los pueblos, que con sus falsas alianzas extiendan la ignorancia,
los modos de vida que nos son ajenos y se apoderen de nuestra
economía y educación.
Estas realidades han
sido objeto de reflexión durante las sesiones del Congreso
Pedagogía 2005 y del Primer Congreso Mundial de Alfabetización,
que han tratado como temas centrales: la educación y la cultura en
la defensa de nuestra identidad; la promoción y la educación de la
salud, la educación ambiental; la formación de valores, la calidad
de la educación; la formación docente y la de profesionales de
nivel medio y superior; el impacto de las tecnologías de la
información y la comunicación; la necesidad de ofrecer una
atención integral a la infancia de 0 a 6 años, la formación de
las niñas y los niños, adolescentes, jóvenes y adultos; las
relaciones entre la sociedad, la familia y la escuela; las ciencias
pedagógicas, la investigación educacional y los métodos
innovadores de la alfabetización.
Saludamos de manera muy
especial los éxitos alcanzados por varios países gracias al empleo
del método cubano de alfabetización y postalfabetización, "Yo,
sí puedo" y "Yo, sí puedo seguir" lo cual fue demostrado en la
sesión especial que contó con la destacada participación del
Comandante en Jefe Fidel Castro.
Como resultado de los
amplios debates realizados alrededor de los más de
1 500 trabajos
presentados sobre dichos temas, los participantes en estos eventos Declaramos
que:
-
No hay libertad ni
desarrollo posibles sin educación y cultura. La lucha por la
paz y la democracia transita por alcanzar cada vez mayores
niveles de educación, por eso una tarea de primer orden es la
de alfabetizar y alcanzar los más altos niveles educacionales
posibles y con la mayor calidad.
-
La educación es un
derecho y una herramienta fundamental para lograr la
transformación y el enriquecimiento del ser humano y de
nuestras sociedades, garantizar la protección del medio
ambiente y el desarrollo sostenible, intensificar la
preparación de las poblaciones para enfrentar los desastres y
contribuir con ello a la salvación de la humanidad. Los
estados, a través de sus gobiernos, tienen la responsabilidad
ineludible de hacer esto efectivo, al tiempo que es preciso
reconocer que el fortalecimiento de la escuela pública es una
vía indispensable para garantizar la calidad de los servicios
educativos y constituye un elemento clave en la batalla contra
la pobreza.
-
Si queremos superar
las diversas formas de exclusión presentes hoy en nuestras
sociedades, para acceder a una educación de calidad, debemos,
reconocer y respetar la diversidad y afianzar los valores de la
lengua materna, la cultura, la historia, la literatura y la
identidad nacionales. Garantizar a través de la gestión de los
gobiernos y de los mecanismos de la sociedad, que las
diferencias individuales, socioeconómicas, étnicas, de género
y de lengua no se transformen en diferentes formas de
discriminación. Es preciso fomentar el desarrollo integral de
las poblaciones indígenas, asumir la convivencia y el
pluralismo lingüístico, multiétnico y cultural, de acuerdo
con las tradiciones de cada nación.
-
Es necesario ampliar
la cobertura de atención a las primeras edades, su cuidado y
desarrollo integral, con enfoques centrados en la preparación
de la familia como pilar fundamental de una educación de
calidad. Las experiencias realizadas en algunos países para
incrementar los programas educativos para la atención a la
infancia de cero a seis años —varios de ellos con
colaboración cubana—, demuestran que es posible lograr una
participación protagónica de la familia, con base en la
comunidad, y beneficiar a localidades y zonas apartadas con un
mínimo de esfuerzos y recursos.
-
Se requiere un nuevo
tipo de institución educativa, que se convierta en centro
cultural de la comunidad, que se abra e interactúe con ella,
promueva la participación activa de la familia en su gestión y
combine su trabajo con diferentes vías y procedimientos no
formales de educación.
-
La atención a las
niñas y niños en los primeros grados requiere de una gestión
prioritaria. Las experiencias desarrolladas en el área
demuestran que, para propiciar más éxitos en estas, se debe:
preparar desde las primeras edades para la vida por diversas
vías y a través de ellas lograr su desarrollo integral,
reducir el número de alumnos por maestro; capacitarlos para el
trabajo diferenciado con cada uno de ellos; preparar a la
familia para mejorar los ambientes comunicativos y afectivos en
que vive el escolar y asignar recursos para la atención
especial a los grupos de niños que se encuentran en
circunstancias especialmente difíciles.
-
Las experiencias de
mejoramiento de la calidad de la educación reafirman que el
mayor conocimiento del niño, su familia y entorno, y la
interrelación entre los maestros al producirse el tránsito del
niño por la escuela, son aspectos cardinales para contribuir a
mejores aprendizajes y a disminuir los índices de deserción
escolar.
-
Hemos analizado las
difíciles condiciones que aquejan a la educación de los
adolescentes en los países del área lo que revela que aún la
educación secundaria no ha sido asumida como prioridad, ni
siquiera en aquellos países que han universalizado la
educación primaria. Es preciso reconocer que todos los
esfuerzos que se hagan por perfeccionar este nivel de educación
deben dirigirse a dar respuestas educativas que los preparen
para la vida, el trabajo y la ciudadanía, a partir de
incentivar nuevas y flexibles formas de aprendizaje que aseguren
una educación de calidad.
-
El acceso a la
educación superior sigue siendo en la mayoría de nuestros
países privilegio de unos pocos. Es preciso brindar atención a
la preparación de profesionales que asuman con compromiso
social las principales transformaciones que en el orden
económico y social requieren nuestras sociedades, utilizando
para ello diferentes modalidades y vías de titulación.
-
Las tecnologías de
la información y la comunicación deben estar al servicio de
los programas educativos que beneficien y eduquen a las grandes
masas y deben ser liberadas del hegemonismo, la
comercialización, el consumo desmedido y los intereses de
grupos privilegiados.
-
Se requiere reforzar
la educación en valores, como núcleo de la formación de la
personalidad y como respuesta a los problemas educativos y
sociales. La educación a tiempo, sistemática y por diversas
vías, puede ser una forma efectiva para combatir los crecientes
problemas —dentro y fuera de los centros educativos— de
violencia juvenil, drogadicción, embarazo y paternidad
precoces.
-
La formación del
docente y su profesionalización con un tratamiento integral
siguen siendo factores claves y urgentes de nuestros países. Es
preciso elevar paulatinamente la formación inicial hasta
alcanzar de manera generalizada el nivel universitario, que
propicie una formación científica donde prevalezca, a la vez,
el carácter profundamente humanista de esta profesión, así
como propiciar las vías que garanticen la preparación
permanente a lo largo de su vida laboral de manera que pueda ser
un agente de cambio.
Reafirmamos que la lucha
contra las políticas neoliberales y el ALCA y la más amplia
divulgación de la Alternativa Bolivariana para las Américas
(ALBA), deben convertirse en ideas claves para lograr las
aspiraciones y los objetivos de la educación en nuestros pueblos,
obstaculizados por el sometimiento a las exigencias del Fondo
Monetario Internacional y la impagable deuda externa.
Los delegados reunidos
en estos Congresos hacemos un llamado a los maestros de Nuestra
América y del resto del mundo a luchar incansablemente por la
unidad latinoamericana y la paz en todos los continentes, por
lograr toda forma de integración que conduzca al desarrollo y a la
eliminación de las causas de las desigualdades y graves problemas
que hoy aquejan a nuestros pueblos.
Nos pronunciamos
también por organizar un movimiento de solidaridad continental por
la libertad de cinco hermanos cubanos encarcelados injustamente en
prisiones norteamericanas por luchar contra el terrorismo.
Los participantes en el
Congreso Pedagogía 2005 y Primer Congreso Mundial de
Alfabetización, en nombre de todos los educadores de la región, Exigimos,
que los sueños de los millones de niñas y niños de asistir a la
escuela se conviertan en realidad. Nos inspiran las ideas de
Bolívar y Martí, por un futuro mejor para los pueblos americanos a
los que dedicaron sus vidas y ejemplos. Inspirados en ellos,
marchemos juntos con la convicción que "la felicidad existe sobre
la tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón,
el conocimiento de la armonía del universo y la práctica constante
de la generosidad".
Dada en La Habana, a los
cuatro días del mes de febrero de 2005 |