La vacunación en su historia

Once años sin sarampión

José A. de la Osa

A más de cuatro décadas de que John Enders, un microbiólogo y premio Nobel estadounidense por sus investigaciones sobre el cultivo de virus, elaborara la primera vacuna contra el sarampión, la Organización Mundial de la Salud estima no sin alarma que actualmente ocurren en el mundo 30 millones de casos de esta enfermedad altamente contagiosa, con un saldo de 745 000 muertes, según la publicación Immunization in Practice del 2004.

Como resultado de las campañas de inmunización que de forma creciente se comenzaron a realizar luego del triunfo de la Revolución, el último caso de sarampión en nuestro medio ocurrió en 1993, y desde 1988 hasta la fecha la cobertura de vacunación antisarampionosa se mantiene en un 98%.

El profesor Miguel Galindo Sardiña, responsable del Programa Nacional de Vacunación del Ministerio de Salud Pública, indicó ayer a Granma que Cuba fue el primer país del mundo que aplicó con éxito las estrategias clásicas para erradicar el sarampión, denominadas Captura (vacunación de niños de 1 a 14 años), Mantenimiento (inmunización rutinaria) y Seguimiento (las que se realizan en grupos susceptibles).

Las primeras estadísticas de la incidencia de sarampión en nuestro país, con notables subregistros en el periodo prerrevolucionario, se inician en 1933. En 1959 se reportaban 684 casos y 38 fallecidos por esta causa. La creación y fortalecimiento de un sistema nacional de estadísticas comienza luego a indicar la realidad existente. En 1967 se notificaban 13 360 casos, con 97 fallecidos.

En 1971, cuando se implanta la primera estrategia para el control del sarampión, son vacunados casi 900 000 niños desde los 6 meses de nacidos hasta los 5 años de edad, con un 81,3% de cobertura.

Al siguiente año, en 1972, se incluye la vacuna antisarampionosa, de una alta efectividad, en el esquema de inmunización, y se empieza a administrar a partir de los 9 meses de edad.

En 1986 las autoridades de salud establecen la estrategia para la eliminación del sarampión, con el empleo de una vacuna Triple Viral para erradicar también la rubéola y la parotiditis (paperas), y se vacuna entonces a más de dos millones y cuarto de niños de 1 a 14 años, el 95,7% de la población comprendida en estas edades.

Los resultados en la incidencia de sarampión se muestran gráficamente antes y después de esa nueva campaña. En 1985 se producían 2 874 casos; en 1986, 3 312; 1987, 858; 1988, 122; 1989, 12; 1990, 17; 1991, 17; 1992, 5; 1993, 2... y a partir de 1994 y hasta la fecha, ¡cero casos! El último paciente fallecido por sarampión se notificó en 1984.

No obstante la desaparición de nuestro medio del sarampión y otras afecciones —como la poliomielitis, difteria, tos ferina, rubéola, parotiditis—, se mantiene una constante vigilancia epidemiológica, con el apoyo del colectivo científico del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, a fin de poder detectar cualquier posible reaparición de las enfermedades erradicadas.

 

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