ROMA, 28 de enero (PL).—
Un estudio del Instituto Eurispes reserva hoy malas noticias para el
primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tales como la caída de
la producción industrial y un desfalco fiscal de 172 mil millones
de dólares entre 2000 y 2004.
Los mil 500 participantes en la
investigación confirmaron el aumento en la sociedad de los
sentimientos de abulia, confusión y pesimismo, lo que confirma la
tendencia negativa de sondeos anteriores.
El informe de mil 300 páginas
destaca que la producción de la economía sumergida llegó al 28
por ciento del Producto Interno Bruto de este estado europeo, cuya
población rechaza las reformas de corte neoliberal del gabinete
centroderechista.
El 70 por ciento de los entrevistados
considera al gobierno incapaz de sanear las cuentas públicas y un
por ciento un poco menor tampoco lo ve en condiciones de reformar
las pensiones de forma correcta, evitar el paro o combatir la
inflación.
Con independencia de sus posiciones
ideológicas, el 54 por ciento de los encuestados estimó
"negro" el futuro económico del país, muy superior al 23
que respondió así en el 2003.
En el período analizado aumentó de
forma pronunciada la inflación e incluso se registraron momentos de
recesión en la economía italiana, afirmó el presidente de esa
entidad investigadora, Gian Maria Fara.
El sondeo de Eurispes constata que el
85 por ciento de los nacionales redujo el nivel de consumo por el
incremento del costo de la vida, en tanto el 64,6 se mostró
decepcionado por la política económica de Berlusconi, quien llegó
al poder a mediados del 2001.
Los italianos se refirieron a la
preocupación por el aumento de la carestía de la vida, por encima
de otros temas como el terrorismo internacional o el incremento de
la criminalidad.
Berlusconi debió enfrentar, además,
al menos cuatro huelgas generales desde su llegada a la jefatura del
Gabinete conservador.
El estudio demuestra, en cambio, que
el presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, goza de un 79 por
ciento de popularidad, en tanto los consultados también estiman
positiva la actuación de los órganos de seguridad, con un respaldo
del 73,2 por ciento.
Sin embargo, la labor del Parlamento
apenas llega al 34 por ciento de aprobación, la de los partidos
políticos a un 32,9 y la de la administración pública a un magro
22,8 por ciento.
El Eurispes indica que la
integración europea es vista aquí como algo positivo para
incrementar la presencia internacional, pero es descartada como
factor capaz de contribuir al mejoramiento del nivel de vida de los
italianos.
Uno de los aspectos más criticados
del actual gobierno es la reforma de pensiones que incluye un
aumento de la edad de retiro y de las contribuciones al fondo de
jubilación, así como la reducción drástica de los subsidios por
desempleo, entre otras medidas.