Víctimas
LOURDES PÉREZ
NAVARRO
Hace cerca de un mes una
amiga regresó a su apartamento después del trabajo y se encontró
la puerta forzada. Sin entrar a la casa —con el fin de preservar
el lugar— llamó a la policía. Cuando pudo pasar se percató de
que le faltaban el equipo de video, ropas, prendas y dinero.
Desde ese momento no ha
tenido un día de tranquilidad. A la alteración psicológica que
padece la familia por estos hechos, se unen las visitas al
instructor de la PNR, interrogatorios, sospechas sobre algunas
personas del vecindario, la compra de otra cerradura y de una reja
de hierro para la puerta.
Ella y sus familiares
son víctimas. Este concepto alude a toda persona afectada por un
acontecimiento traumático, independientemente de su origen:
desastres naturales, accidentes o agresiones humanas (físicas,
psicológicas o contra el patrimonio).
¿Ampara la ley a las
personas en esa situación? ¿De algún modo las compensa por los
daños recibidos?
Quienes sufren las
consecuencias de violaciones, robos, lesiones, amenazas, abusos
lascivos u otros delitos —explica la Máster en Ciencias
Jurídicas María Caridad Oña Fabelo, fiscal de la Fiscalía
General de la República—, padecen una victimización primaria y
en ocasiones pueden ser también objeto de otra secundaria, según
los resultados arrojados por la Victimología, es decir, por la
ciencia encargada del estudio de todo tipo de casos como estos:
individuales o colectivas (de los desastres naturales, terrorismo,
bloqueo u otros hechos).
En un delito de
violación, por ejemplo, la victimización primaria ocurre cuando la
mujer es sometida, por la fuerza o bajo intimidación, a una
relación sexual. Si tiene que acudir a una unidad de la Policía,
realizar la denuncia, narrar varias veces lo sucedido, luego
exponerse a exámenes físicos, etcétera —todo ello necesario
para probar la comisión del delito— puede provocar, además, una
victimización secundaria. Ocurre también cuando la persona espera
respuesta y el proceso penal se dilata.
Hay quienes no se
atreven a denunciar, fundamentalmente en los delitos cometidos en el
ámbito doméstico (abusos sexuales, abusos lascivos, maltrato,
lesiones, coacción), y tampoco lo hacen los vecinos. Esto provoca
un desconocimiento de las cifras rea-les de victimización.
Hay varios tipos de
víctima, refiere la también jefa de cátedra del Instituto de
Desarrollo e Investigaciones del Derecho. Existe, por ejemplo,
aquella que no provocó el hecho; pero ¿siempre estas son
totalmente inocentes? Algunas son provocadoras; ofenden o llevan al
acusado hasta el extremo de ejecutar un delito.
Es importante, dice la
Fiscal, el estudio de uno u otro tipo a fin de que, a la hora de
impartir justicia, los jueces o los operadores del sistema judicial
tengan a mano los elementos necesarios para determinar la sanción a
imponer, y valorar el grado de participación de la víctima.
AMPARO LEGAL
La legislación cubana
fue una de las primeras en el mundo en incluir la Caja de
Resarcimiento como medio para indemnizar a la víctima del delito.
Por ejemplo, si le robaron un televisor tasado en 4 000 pesos, el
tribunal mediante sentencia obliga a que se le resarza en esa
cuantía. La Caja le paga a la víctima y después le hace los
descuentos al acusado; es una manera de protegerla.
Otro caso: Si la persona
queda incapacitada como secuela de un delito de lesiones, en la
sentencia el órgano jurisdiccional puede disponer que el condenado
le abone una pensión.
El Código Penal
también ampara a víctimas y testigos. Sanciona por el delito de
atentado, con privación de libertad de uno a tres años, a quien
ejerza violencia o intimidación contra la persona que, como testigo
o de cualquier otra manera, contribuyó a la ejecución o
aplicación de las leyes.
Si tales actos se
ejercen en venganza o represalia contra los familiares de los
sujetos mencionados, el autor puede recibir igual condena.
En el caso de aquellos
que sufren los efectos de la violencia familiar (física,
psicológica, sexual o económica) pueden, además, acudir a las
Casas de Orientación a la Mujer y la Familia —pertenecientes a la
Federación de Mujeres Cubanas—, donde un equipo
multidisciplinario formado por médicos, psicólogos, sociólogos, y
educadores, entre otros especialistas, valora la situación y ayuda
a resolverla. |