Ballet en Cuba y por el mundo

Andrés D. Abreu

El largo periplo que realiza el Ballet Nacional de Cuba por Europa, iniciado en Holanda el 9 de diciembre del pasado año, continúa actualmente en España con el ballet Don Quijote como principal oferta para estas presentaciones enmarcadas en el Año Cervantino.

Ya en León, donde comenzó la temporada española de la compañía, se emitieron críticas favorables tanto para la versión de la clásica pieza como para el desempeño de los protagonistas Viengsay Valdés y Joel Carreño. Pero aún les espera un recorrido por otras 20 localidades antes de regresar a Cuba en el mes de abril.

Foto: NANCY REYESLa maestra Josefina Méndez celebrará
 en marzo 50 años de vida artística.

La extensión de la gira, donde participa la mayor parte del elenco, ha sido propicia para que la más joven generación asuma el reto de sostener la presencia del BNC en la escena nacional. Muchos de ellos ya afrontaron ese rigor durante los estrenos del pasado Festival de Ballet, piezas que ahora retoman en los variados programas y presentaciones anunciados para el inicio de este 2005. Al frente de este grupo trabaja actualmente la maestra y joya de la danza Josefina Méndez. Tras su regreso de Holanda y en vísperas de las celebraciones por el aniversario 50 de su vida artística, ella dirige el montaje de nuevas obras en el repertorio de los recién ingresados.

En declaraciones dadas por la Méndez se informó que el Ballo della Regina, de Georges Balanchín, será uno de los desafíos que afrontarán las nuevas muchachas en febrero (del 10 al 12); a los programas también se sumará Majisimo (12, 19 y 20) y para las funciones del 10 y el 11 se espera la participación especial del excepcional Carlos Acosta en Apolo. Como atracción coreográfica para marzo se anuncia la vuelta a escenarios cubanos de Un concierto en blanco y negro (19 y 20).

La reconocida bailarina y profesora destacó que, amén de evidentes talentos a desarrollar cuidadosamente, en las últimas graduaciones de la escuela se observa un mejor equilibrio entre muchachos y muchachas. Se espera que este grupo incremente el potencial de la compañía en la medida en que se adapte al ritmo de trabajo en conjunto y gane experiencia escénica. Para ello bien se ajustan las actuales presentaciones y la posibilidad de contar con los sabios consejos de Josefina Méndez, quien tras medio siglo dedicado al arte de bailar, confesó llevar en la sangre el espíritu magistral y de tesón de Alicia Alonso, y su preferencia por enseñar en Cuba más que en cualquier otro lugar del mundo. "Mis mejores secretos me los reservo para mi compañía", sentenció feliz la maestra.

 

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