Hernán Bosch

LAS TUNAS.— El suministro de agua mediante carros cisternas o pipas a cerca de 15 000 animales, es una de las principales medidas emergentes que adopta la provincia de Las Tunas para la protección del ganado ante la severa sequía.

También se labora en el traslado de las reses hacia áreas que aún tienen reservas del vital líquido, el cual escasea de manera crítica fundamentalmente en los norteños municipios de Puerto Padre y Jesús Menéndez y en la zona central del territorio.

Con el menor promedio histórico de lluvias entre las 14 provincias cubanas, apenas 1 126 milímetros por año, Las Tunas sufre un recrudecimiento de esa adversidad climática en el 2004, cuando sólo ha caído un 55 por ciento de ese bajo índice.

Ello ha ocasionado restricciones en el abasto de agua a la población, principalmente en la capital provincial, y en más de 200 pequeñas comunidades que la reciben en pipas o carros cisternas.

Entre las mayores afectaciones económicas figuran la pérdida de más de 11 700 cabezas de ganado y alrededor de 16 000 toneladas de productos agrícolas dejadas de cosechar por la falta de precipitaciones.

Ante tales obstáculos naturales, los agricultores impulsan medidas encaminadas a lograr más altas producciones en menor tiempo, entre éstas la siembra de hortalizas de ciclo corto y el óptimo aprovechamiento de las áreas bajo riego.(AIN)

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