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Ataque de la resistencia contra base militar
de EE.UU.
en Iraq deja 22 muertos
BAGDAD,
21 de diciembre (PL).—
Al menos 22 muertos y 50 heridos es el balance preliminar de un
ataque efectuado hoy por la resistencia iraquí contra una base
norteamericana en la norteña ciudad de Mosul.
El mando estadounidense omitió
detalles sobre la cifra exacta de las bajas del Pentágono y de la
Guardia Nacional iraquí alcanzados por la lluvia de cohetes y
morteros disparados por los insurgentes en horas del mediodía.
En un comunicado anterior al ataque,
el ejército ocupante confirmó que cinco soldados norteamericanos
fueron heridos al estallar un coche-bomba en el distrito iraquí de
Hawija, a unos 250 kilómetros al norte de esta capital.
La acción insurgente ocurrió la
víspera contra la tripulación de un vehículo militar Hummer que
patrullaba ese sector.
Más de nueve mil soldados
norteamericanos fueron heridos en 21 meses de agresión y ocupación
de este país árabe del Golfo Pérsico.
En tanto, cuatro civiles murieron y
otros siete fueron heridos hoy en una serie de bombardeos aéreos
estadounidenses contra la localidad iraquí de Hit, 170 kilómetros
al oeste de Bagdad.
Entre los lesionados había una mujer
y un niño alcanzados por las esquirlas de los misiles que
impactaron en las barriadas de Jamaiya y Sinai.
Hit, de mayoría sunita, es escenario
de continuos enfrentamientos entre la resistencia y las fuerzas
norteamericanas de ocupación.
Asimismo, la oposición armada
iraquí saboteó hoy dos oleoductos en las cercanías de la
localidad petrolera de Baiji, al norte de Bagdad.
Los insurgentes utilizaron explosivos
en ambos ataques, el primero contra la instalación que conduce el
crudo desde Kirkuk hasta Baiji, y una segunda bomba detonó en el
tramo que va desde esa misma región hasta una refinería en las
inmediaciones de esta capital.
Medios especializados continúan las
labores para sofocar las llamas que provocaron los estallidos de los
artefactos colocados por los insurgentes.
Ambas acciones se inscriben en la
táctica de la resistencia de obstaculizar la producción y
exportación del oro negro iraquí cuyo control, —según expertos
en la zona— fue el móvil de la invasión anglonorteamericana en
marzo de 2003.
CASA BLANCA LAMENTA
ATAQUES INSURGENTES EN MOSUL
WASHINGTON, 21 de diciembre (PL).—
Pese a que antes minimizó la ola de ataques de la insurgencia en
Iraq, la Casa Blanca lamentó hoy el bombardeo con morteros contra
una base norteamericana en Mosul, con saldo preliminar de 22 muertos
y 50 heridos.
El portavoz del presidente George W.
Bush, Scott McClellam se mostró "entristecido" por la
acción, que acapara la atención de las grandes cadenas televisivas
y los principales medios de comunicación norteamericanos.
CNN en español encadenó sus
transmisiones a su matriz en inglés, mientras los diarios The New
York Times, The Washington Post, Los Angeles Times y USA Today
publicaban el hecho en sus portadas digitales.
El domingo la Casa Blanca dijo
que los atentados con bombas que ese día causaron decenas de
muertos y heridos en Najaf y Kerbala eran actos de "poca
monta", pero la realidad es que la violencia parece imparable
en el país del Golfo Pérsico.
Entretanto, el premier británico
Anthony Blair defendió la intervención de su país en la nación
árabe, adonde llegó hoy de forma sorpresiva.
Blair fue recibido por el primer
ministro interino Iyad Allawi, favorito de Washington para las
elecciones previstas el 30 de enero próximo.
La presencia del Jefe de Gobierno
británico coincide con una espiral de ataques rebeldes en diversas
regiones del país y con el bombardeo a la base norteamericana de
Mosul.
En esa localidad han tenido lugar
numerosos atentados contra estaciones policías y puestos del
ejército iraquí, entrenado y armado por las fuerzas de ocupación.
La insurgencia iraquí instó a la
población a boicotear los comicios marcados por la presencia
extranjera, mientras en el terreno toma como blanco a elementos
colaboracionistas y a los militares estadounidenses.
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