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Desembarco del Granma y Día de las FAR
Un combatiente más, siempre al servicio del pueblo
Estar decididos a
luchar y bien preparados para enfrentar al enemigo y vencerlo, es la
clave del triunfo, considera el expedicionario del Granma y
Comandante del Ejército Rebelde Arsenio García Dávila
REYNOLD RASSÍ
"Haber
sido expedicionario del Granma, fundador de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y un combatiente más de la Revolución, ha
representado lo más importante en mi vida. Fue un privilegio y una
gran experiencia haber nacido en esa época y participar junto a
Fidel y a otros valiosos compañeros en aquella histórica gesta;
luchar contra la tiranía batistiana, ver el triunfo del Primero de
Enero de 1959 y hecho realidad el sueño de que Cuba sea
verdaderamente libre y el pueblo dueño de su destino."
"Fue un privilegio haber participado
junto a Fidel en las epopeyas del Granma
y del Ejército Rebelde", afirma Arsenio.
Quien así habla es un
hombre humilde, nacido en Catalina de Güines, La Habana, de familia
obrero-campesina, que dedicó su juventud a la lucha contra la
tiranía batistiana y a la defensa de la Revolución: el Comandante
del Ejército Rebelde Arsenio García Dávila.
Al cumplirse este 2 de
diciembre el aniversario 48 del desembarco del Granma, Día de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias, Arsenio cuenta de su vida y de sus
experiencias como soldado al servicio de la causa de su pueblo. El
diálogo fue en la Casa Central de la Asociación de Combatientes de
la Revolución Cubana, donde acababa de ofrecer un conversatorio
sobre la epopeya que vivieron los expedicionarios.
"Fue
alrededor de 1948 cuando empecé a tener conciencia de la situación
que vivía nuestra Patria. Luego se fue incrementando esa
conciencia, en la medida en que vi mucha miseria y hambre, y hasta
la muerte de un niño por la falta de un medicamento que solo
costaba un peso, pero los padres no lo tenían en ese momento para
salvarlo.
"Cuando
tenía unos 15 años, mis padres decidieron mudarse para Artemisa y
allí establecí relaciones con Ciro Redondo, Julito Díaz y Ramiro
Valdés, quienes también tenían inquietudes políticas, y junto a
otros compañeros fundamos en ese municipio, la Juventud Ortodoxa,
de cuyo ejecutivo formé parte. Luego mis padres se mudaron de nuevo
para Güines, donde consiguieron trabajo, y me desvinculé del
grupo."
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En
ocasión del aniversario 45 del desembarco del Granma, Fidel
entregó a los expedicionarios sobrevivientes un hermoso
diploma con el siguiente texto: " Un día del año 1956,
con la promesa de ser libres o mártires, nos acompañaste en
la epopeya donde nació el Ejército Rebelde. Con la firmeza
de aquella heroica jornada has luchado en estos cuarenta y
cinco años de navegar victorioso del yate Granma.
Felicidades, nuevas jornadas nos esperan. Comandante en Jefe
Fidel Castro". En la foto, junto a Raúl y Almeida, Fidel
entrega el diploma a Arsenio.
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El 10 de marzo de 1952
Batista da el golpe de Estado; la situación política y social del
país empeora. El 26 de Julio de 1953, corre la noticia del asalto a
los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Oriente, y
Arsenio se entera de que junto a Fidel Castro, en el grupo de
aquellos combatientes, estaban sus compañeros de Artemisa. Su
criterio de que la lucha armada era la línea correcta se reafirma y
trata, por lo tanto, de relacionarse con grupos revolucionarios.
Después de la salida de
los moncadistas del Presidio Modelo, el 15 de mayo de 1955, le dijo
a un amigo de Güines que había estudiado con Fidel, que quería
hablar con él para darle una información importante. Arsenio se
había vinculado en ese tiempo con un grupo de la Organización
Auténtica que trasegaba armas, al parecer, como un rejuego
político, más que con propósitos afines al suyo, y él sabía
dónde estaban escondidas. Logró entrevistarse con Fidel, en
presencia de Raúl, Almeida y Montané, y le informó del asunto.
Pero Fidel le dijo que no le parecía conveniente tomarlas, que lo
mantuviera al tanto mediante Montané.
LA MAYOR
RESPONSABILIDAD: IR A MÉXICO
Semanas más tarde,
Fidel y otros compañeros parten hacia México. Comenzaban a crearse
entonces las células del Movimiento 26 de Julio, y Arsenio, junto a
otros jóvenes, fundó la del pueblo de Güines.
Un día recibí una
comunicación de que fuera a La Habana —recuerda— y allí la
Dirección del Movimiento me dio la mayor responsabilidad que tuve
hasta ese momento: ir a México a llevarle correspondencia a Fidel y
unos 10 000 dólares para el entrenamiento y los preparativos de la
expedición que meses después vendría para iniciar la lucha armada
en la Sierra Maestra.
Ya en México, Fidel
personalmente le dice que se quede para el entrenamiento que
comenzaban, y Arsenio pasa a ser uno de los 82 expedicionarios del
Granma.
El 25 de noviembre de
1956 partieron de Tuxpan. Una semana de azarosa travesía, en medio
del mal tiempo, hasta la llegada el 2 de diciembre, por fin, a Las
Coloradas. Luego de aquel viaje increíble, el desembarco
angustioso, y apenas en tierra firme, el sorpresivo ataque del
ejército de la tiranía y la muerte de más de 20 expedicionarios.
La solidaridad de los campesinos salvó a muchos de igual destino.
Después, reunidos los sobrevivientes, Fidel creaba la guerrilla que
más tarde se convertiría en el Ejército Rebelde. Ejército del
pueblo cuyas acciones, junto con las de los hombres y mujeres de la
clandestinidad en el llano, lograrían la derrota de la dictadura en
apenas dos años.
En la Sierra Maestra —refiere
Arsenio— participé en diferentes combates hasta que al terminar
la ofensiva rebelde me envían, a finales de 1958, hacia la zona de
Gibara, en Holguín, donde se creó el Cuarto Frente Oriental Simón
Bolivar. Allí me encontró el triunfo de la Revolución. Yo era
entonces capitán y días después de la victoria Fidel me asciende
a Comandante.
LAS ENSEÑANZAS DEL
COMANDANTE EN JEFE
Sin entrar en detalles,
eludiendo protagonismos, me cuenta escuetamente que fue presidente
de los Tribunales Revolucionarios en el Norte de Oriente, participó
en la organización de la Policía Nacional Revolucionaria en esa
región y luego en Camagüey, donde estuvo junto a Camilo en la
detención del traidor Hubert Matos. Después, la Policía en La
Habana y la lucha contra bandidos en el occidente del país.
Más tarde pasó a las
FAR, de las que fue fundador y miembro hasta 1967. En la vida civil
ejerció luego diversas funciones en los ministerios de la
Agricultura y de la Construcción. En este último se jubiló en
1988 y hoy escribe junto a otros compañeros del Ejército Rebelde
la historia del Cuarto Frente Oriental Simón Bolívar.
De la preparación para
la defensa de la Patria, considera Arsenio:
Nuestro pueblo es una
unidad de combatientes y como tal tiene que estar preparado para
distintas formas de lucha. El Comandante en Jefe nos ha enseñado
cómo tenemos que hacer para enfrentar a un enemigo poderoso, tanto
en la guerra contra el ejército de la tiranía, como ahora frente
al imperialismo yanki.
"Les
digo a nuestros jóvenes oficiales de las FAR, a los que integran
las distintas formaciones especiales de las Milicias de Tropas
Territoriales, a nuestros estudiantes, trabajadores y campesinos,
que tenemos que prepararnos cada día más, sin escatimar esfuerzos
ni tiempo, porque como ha dicho el General de Ejército Raúl
Castro, Ministro de las FAR, mientras más preparados estemos y el
enemigo lo sepa, más alejamos la posibilidad de una guerra."
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