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Triángulo entre Sonlar, Nayara y La Boheme
Andrés
D. Abreu
Triángulo,
Sonlar, Nayara y La Boheme se discutirán el
protagonismo teatral en los inicios de diciembre. Cada espectáculo
asumirá lo escénico desde diferentes bases genéricas que
permitirán la concurrencia en cartelera de teatro, música y danza,
por lo que, durante el mes, se podrá elegir de acuerdo con gustos y
preferencias.
Nora Elena Rodríguez y Chino
Juan en una escena de Triángulo.
Con mayor tiempo en
programación (del 3 de diciembre al 30 de enero en el Café Teatro
Bertold Brecht), lo más cercano al puro teatro será Triángulo,
un nuevo estreno de Amado del Pino como dramaturgo, ahora llevado como
autor a las tablas desde una puesta de Alejandro Palomino y Vi-Tal
Teatro.
Cuando aún están frescos
en la memoria El zapato sucio, Premio Virgilio Piñera 2002, y Penumbra
en el noveno cuarto, Premio UNEAC 2003, Amado vuelve con una obra
inédita que sostiene su profunda poética en la escritura, y se
arriesga más en la estructura dramática y comunicativa. Triángulo
no se propone narrar una historia de principio a fin, sino metaforizar
sobre tres vidas observadas en tonos tragicómicos dentro de la
urbanidad circundante a las intersecciones de varias calles del
Vedado.
Del Pino entregó el texto
a Palomino, y resultó que la obra se avenía a las necesidades
expresivas del grupo. Para el director de Vi-Tal Teatro la
fragmentación y el caos interno de Triángulo lo convencieron
a lanzarse con esta pieza de emociones y encuentros. Sorprendente
puesta para ese público que conoce a Amado por sus obras recientes, y
confirmadora acción de Vi-Tal Teatro en la búsqueda de lo mejor del
actual teatro cubano.
Contrario a la anterior
obra, Sonlar, otro estreno en cartelera, solo permanecerá
sobre la escena del Teatro Nacional el próximo fin semana (3, 4 y 5
de diciembre) pero, coincidentemente, el espectáculo ideado,
coreografiado y dirigido por René de Cárdenas, tampoco se propone
contar una historia, sino recrear, mediante nuestros ritmos y maneras
de bailar, un día de vida en un solar cubano.
Su autor abandona su
formación clásica como bailarín para apostar por formas más
abiertas de danzar, y ha conseguido un elenco donde todos deberán
resultar bailarines-músicos o viceversa. Artistas capaces de actuar y
ejecutar sonidos y movimientos, sobre una original banda sonora que
parte del propio acontecer cotidiano convertido en guaguancó, son o
pilón.
Gracias al Teatro Nacional
y Folia Producciones, Cárdenas creó lo que considera un sueño, al
que se incorporaron la asesoría de Renecito de la Cruz, en la
dramaturgia; Yoraldy Abreu, en la música; Otto Chaviano, en el
diseño; el actor Mario Balmaseda (invitado), y nueve artistas
plásticos (Nelson Domínguez, Choco, Alicia Leal, Juan Moreira,
García Peña, Ángel Ramírez, Rubén Rodríguez, Agustín Bejarano y
Roberto Diago), quienes, con sus visiones pictóricas sobre el solar,
pluralizarán la imagen que ofrecerá René de Cárdenas sobre el
escenario.
Por su parte, Nayara
o Mira pero no me toques también es una propuesta de fusiones
con la danza en su centro. Listo para una temporada en el Teatro Mella
(3, 4, 5, 8, 9, 10, 11 y 12 de diciembre) este estreno constituirá el
cierre de año de Danza Contemporánea de Cuba, compañía que
despedirá las celebraciones por su aniversario 45 con esta propuesta
del argelino Samir Akika. Este coreógrafo, de importante experiencia
en la danza-teatro alemana, ha causado revuelo con su trabajo en Cuba
por sus presupuestos creativos, que incluyen la utilización de las
emociones y la psicología propia del bailarín, el empleo de
multimedios, y la investigación hacia movimientos no repetidos, no
conocidos o no vistos antes por los ejecutantes.
Para finalizar, recomiendo
la vuelta de La Boheme. Tras dos años ausente de la
programación del Teatro Lírico Nacional, este retorno puede
convertirse en otro atractivo suceso dada la renovación de voces que
se anuncian en su elenco, y la presencia de dos nuevos directores
musicales para las presentaciones en la sala García Lorca, del Gran
Teatro de La Habana (viernes, sábados y domingos del 3 al 12 de
diciembre).
La compleja obra
operística de Puccini contará con el debut en sus personajes
protagónicos de las sopranos Gloria Casas y Beatriz Deiros, los
tenores Humberto Arenal, Yuri Hernández (Teatro Lírico Rodrigo
Prats, de Holguín) y el bajo Ricardo Valdés, junto a reconocidos
cantantes como Ulises Aquino, Niurka Wong y Adolfo Casas, director
general de la compañía.
La renovada Orquesta del
Gran Teatro de La Habana, ahora bajo la dirección general del maestro
Iván del Prado, será conducida durante esta puesta por el italiano
Francesco Attardi (3, 4 y 5 de este mes), y por la cubana María Elena
Mendiola, el siguiente fin de semana. Ambos directores musicales
expresaron su satisfacción con el potencial artístico y el espíritu
de trabajo que caracteriza actualmente al Teatro Lírico Nacional y a
la Orquesta del GTH.
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