Martí me trae a Cuba
LOURDES PÉREZ NAVARRO
Cuando un amigo, el doctor Vittorio
Di Cagno, leyó un texto mío sobre la Filosofía del Derecho
mientras investigaba para su libro Martí jurista, consideró que mi
pensamiento filosófico jurídico reflejaba ideas similares a las
del Héroe Nacional cubano. Yo no sabía eso, porque no conocía a
Martí, y él me envió los tres volúmenes de sus Obras Escogidas.
Al leerlos quedé maravillado. Realmente Martí es una gran alma;
él me trajo a Cuba.
Luigi Lombardi, jurista italiano.
Así declaró el jurista italiano
Luigi Lombardi Vallauri, profesor de Filosofía del Derecho de la
Universidad de Florencia, cuando conversamos al salir del Aula Magna
de la casa de altos estudios de La Habana, donde ofreció una
conferencia magistral. Por esos días participaba en el Coloquio
Internacional José Martí, Por una cultura de la Naturaleza.
Según contó, al leer la obra
martiana se percató de la similitud con sus propias ideas. Por
ejemplo —explicó—, la crítica de lo que llamo el
individualismo posesivo, es decir, esa creencia de que los bienes
son la riqueza, el poder y el éxito, la fama, la notoriedad. Martí
pensaba que no son esos los bienes verdaderos, sino otros, como la
salud, las habilidades, los conocimientos, la sabiduría, la virtud,
el amor, la amistad...
"Creo
que Cuba, con el magisterio de Martí, ha entendido que esos son los
verdaderos bienes. La salud, la instrucción y la creación cultural
están en el primer lugar de los programas del Gobierno. La
verdadera riqueza es un cuerpo sano y hábil, una mente infinita y
mucho amor, mucha amistad; eso no necesita petróleo. Esto difiere
del modelo de desarrollo capitalista e individualista posesivo de
Europa y de los Estados Unidos, el cual genera un modelo de
desarrollo global no sustentable."
Es un reto increíble lo de Cuba,
subraya el jurista. Constituye para toda la Humanidad un modelo de
desarrollo equilibrado hacia los verdaderos bienes, que son los del
cuerpo, de la mente y de la relación humana. La posesión y el goce
de esos bienes son no exclusivos, pueden ser infinitos para todos
los sujetos. Sin embargo, los bienes en el tipo de desarrollo
europeo y estadounidense son exclusivos: la riqueza material, el
poder y la fama; los que yo poseo no puede poseerlos otra persona.
Con Martí, explica Lombardi, he
visto la primacía de los bienes no exclusivos sobre los exclusivos.
La expansión ilimitada de todos ellos es posible, y absolutamente
necesaria para la Humanidad.
Soy un filósofo del Derecho y mi
especialidad es la Justicia, reflexiona, por lo que el bloqueo
económico a que está sometida Cuba me parece extremadamente
primitivo, injusto, enemigo de los derechos humanos y del Derecho
Internacional, y de los principios y el espíritu de la propia
Constitución estadounidense.
"Pienso
que ningún Estado puede ser inculpado por su ideología y
convicciones; resulta un caso único que una nación sea condenada
por su pensamiento y no por actos contra el Derecho.
"Me
pregunto: ¿cuáles son los actos antijurídicos de Cuba? Creo que
no existen, es simplemente el hecho de pensar diferente. No hay
actos, solo una manera de pensar, y en nuestro mundo no hay delitos
de pensamiento." |