Yandro Quintana

Gracias a un vecino

RAFAEL PÉREZ VALDÉS

Quizás sea el cumpleaños más feliz de su vida. El día 30 Yandro Quintana llega a su aniversario 24. Y lo hará con la alegría inmensa de haber ganado la corona en los Juegos Olímpicos de Atenas, la de los 60 kilogramos en la lucha libre.

— ¿Qué ha pasado en tu vida tras convertirte hace tres meses en campeón olímpico?

Foto: RICARDO LÓPEZ HÉVIAMe ha dado más responsabilidad. Sé que ahora tengo que levantar y echarme al equipo al hombro. Exhortar a todos mis compañeros a que sigan trabajando, pues ellos también tienen posibilidades de ganar medallas mundiales y olímpicas.

¿Cuántas libras aumentaste en las vacaciones?

Dos o tres kilogramos por encima de lo habitual, pero ahora entrenando voy restableciendo mi peso normal.

Ese peso normal es de...

64 kilogramos, ahora estoy un poquito por encima de 65.

— ¿Cuál crees sea tu punto fuerte?

La explosividad que tengo al realizar los movimientos.

La explosividad va acompañada de velocidad.

— Así mismo.

¿Has pensado que es una cualidad que se pierde con el paso de los años?

Sí, uno se va poniendo más lento, debido a la propia edad, no reacciona igual.

— ¿Y cómo suplirás en el futuro esa situación?

Seguir trabajando en base a eso, con ejercicios en el colchón, las entradas, los desplazamientos.

— ¿Cuáles son las próximas aspiraciones?

— Terminar de cumplimentar mi historial deportivo. Ser campeón mundial, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y de otros torneos que me puedan faltar, pues ya lo he sido también de los Juegos Panamericanos y de la Copa del Mundo.

— ¿De dónde eres?

Nací en Morón, Ciego Ávila; me crié en Falla, antes de llegar a Chambas, pero me inicié en Florida, provincia de Camagüey.

— ¿Cómo empezaste en este deporte?

— Por un amiguito mío, vecino frente por frente a la casa de mi tía, donde yo vivía, pues mi mamá estaba enferma y vino a La Habana para un tratamiento. Ese muchachito todos los días me enseñaba las técnicas que había aprendido. Hasta que un día me decidí y fui a inscribirme en el gimnasio.

Imagino que, así suele ocurrir, él no llegó a luchador.

No.

Pero sembró la semilla de un campeón olímpico. ¿Cómo se llama?

— Wilfredo Morales.

— Aparte de la lucha, ¿qué otras cosas te gustan?

— Las fiestas, las discotecas, divertirme con mis compañeros. Sobre todo eso, hacer actividades con mis compañeros.

 

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