En torno a
Maracuba-Marahabana
Cuando las cifras otorgan un voto de confianza
Coto
Wong
Más de un millón de corredores de
155 municipios del país intervinieron este último sábado en el
maratón de casa Maracuba, que en su sexta edición mostró una
salud envidiable con miras a fortalecerse en el futuro.
La cifra superó tres veces la del
año anterior y fue ofrecida a la prensa por Humberto Rodríguez,
presidente del INDER, el domingo en el clásico cubano más
importante de largo aliento, el Marahabana, celebrado en saludo al
Día de la Cultura Física y el Deporte (19 de noviembre) y por el
aniversario 485 de la Villa de San Cristóbal de La Habana, y es una
respuesta a ese poder de convocatoria del deporte que cada año suma
a miles de compatriotas a la actividad física, parte ya
insoslayable de la cultura del cubano contemporáneo.
De manera que los maratones, una
especialidad difícil por el gran esfuerzo a realizar, por lo
engorroso a veces de su trazado, y porque el aliento falta en
ocasiones para continuar, entre otras cosas, se consolidan en el
gusto popular y junto a las simultáneas de ajedrez —según el
titular del INDER—, clasifican como los dos eventos de mayor
participación en estos momentos y son una muestra de la práctica
sistemática del deporte en Cuba.
Pero los números hablan con un
lenguaje preciso y sólido: Rodríguez destacó también que de ese
millón y más de cubanos que el sábado dieron un espaldarazo a la
justa municipal, "100 000 fueron integrantes de los Círculos de
Abuelos y 9 006 miembros de las tres asociaciones cubanas de
discapacitados (ACLIFIM, ANCI y ANSOC)."
De los abuelos siempre se espera
más, al igual que de las personas con alguna limitación, porque en
ambos sectores sensibles de la sociedad, el deporte se ha ocupado y
preocupado por llevar adelante sus programas comunitarios. Y en ese
supremo objetivo, el de aumentar la calidad de vida del cubano
contemporáneo, el INDER lleva el voto de toda la nación. |