Temas beisboleros

Hacen falta más Antillanas

SIGFREDO BARROS

Foto:RICARDO LÓPEZ A poco menos de una semana del inicio de una nueva edición, la 44 de nuestro clásico nacional beisbolero, finalizó con todo éxito en el Cotorro la XII Copa Antillana de Acero, una lid que llegó a contrapelo del periodo especial en 1992 y contra viento y marea ya dejó de gatear para adentrarse en un periodo de adolescencia.

Valdría la pena preguntarse: ¿cuál es la verdadera importancia de la Copa Antillana? La respuesta no se haría esperar: en todas, repito, TODAS, las ligas del mundo los peloteros juegan partidos de preparación antes de enfrentarse a la competencia fundamental. Necesarios para ir adaptándose al rigor de una competencia larga, como todas las del béisbol. Necesarios para probar a nuevas figuras, ensayar estrategias y mil detalles más que conforman la mecánica de este deporte, el más complejo de todos los colectivos.

Foto:RICARDO LÓPEZ Años atrás, las Copas proliferaron en nuestro medio. Desde la internacional José Antonio Huelga —desaparecida en la medida en que los profesionales entraron en las lizas a nivel mundial— hasta la Desembarco del Granma y la Martín Dihígo, en Oriente y el centro, por solo mencionar dos. Todas desaparecieron, unas antes, otras después, y la Antillana ha quedado como la única exponente de todas esas justas.

Loables y sumamente meritorios, por tanto, el esfuerzo y la dedicación que durante más de una década han profesado los dirigentes y trabajadores de nuestra primera empresa metalúrgica. Pero se hace necesario que el ejemplo cunda, se expanda, para completar una estructura de preparación precompetencia que se hace extraordinariamente necesaria.

Este año, por ejemplo, Antillana sirvió para probar la nueva pelota Conexión con la cual emprenderemos la XLIV Serie Nacional. Y desde ahora puede señalarse que la esférica bota lo suficiente como para mantener un equilibrio adecuado entre ofensiva y pitcheo, sin el cual todo torneo beisbolero pierde en calidad y afecta notablemente el espectáculo. Y sirvió también para demostrar cuán necesario es el pitcheo en el béisbol: los tres primeros equipos en la tabla de posiciones (Pinar del Río, Habana e Industriales), fueron igualmente los mejores en promedio de carreras limpias permitidas.

Sin la experiencia de la lid efectuada en el Cotorro, iríamos a ciegas. Sobran las razones para organizar dos Copas más antes del evento cumbre. Antillana es un ejemplo necesario de imitar.

 

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