Temas beisboleros
Hacen falta más
Antillanas
SIGFREDO BARROS
A
poco menos de una semana del inicio de una nueva edición, la 44 de
nuestro clásico nacional beisbolero, finalizó con todo éxito en
el Cotorro la XII Copa Antillana de Acero, una lid que llegó a
contrapelo del periodo especial en 1992 y contra viento y marea ya
dejó de gatear para adentrarse en un periodo de adolescencia.
Valdría la pena
preguntarse: ¿cuál es la verdadera importancia de la Copa
Antillana? La respuesta no se haría esperar: en todas, repito,
TODAS, las ligas del mundo los peloteros juegan partidos de
preparación antes de enfrentarse a la competencia fundamental.
Necesarios para ir adaptándose al rigor de una competencia larga,
como todas las del béisbol. Necesarios para probar a nuevas
figuras, ensayar estrategias y mil detalles más que conforman la
mecánica de este deporte, el más complejo de todos los colectivos.
Años atrás, las Copas
proliferaron en nuestro medio. Desde la internacional José Antonio
Huelga —desaparecida en la medida en que los profesionales
entraron en las lizas a nivel mundial— hasta la Desembarco del
Granma y la Martín Dihígo, en Oriente y el centro, por solo
mencionar dos. Todas desaparecieron, unas antes, otras después, y
la Antillana ha quedado como la única exponente de todas esas
justas.
Loables y sumamente
meritorios, por tanto, el esfuerzo y la dedicación que durante más
de una década han profesado los dirigentes y trabajadores de
nuestra primera empresa metalúrgica. Pero se hace necesario que el
ejemplo cunda, se expanda, para completar una estructura de
preparación precompetencia que se hace extraordinariamente
necesaria.
Este año, por ejemplo,
Antillana sirvió para probar la nueva pelota Conexión con la cual
emprenderemos la XLIV Serie Nacional. Y desde ahora puede señalarse
que la esférica bota lo suficiente como para mantener un equilibrio
adecuado entre ofensiva y pitcheo, sin el cual todo torneo
beisbolero pierde en calidad y afecta notablemente el espectáculo.
Y sirvió también para demostrar cuán necesario es el pitcheo en
el béisbol: los tres primeros equipos en la tabla de posiciones
(Pinar del Río, Habana e Industriales), fueron igualmente los
mejores en promedio de carreras limpias permitidas.
Sin la experiencia de la
lid efectuada en el Cotorro, iríamos a ciegas. Sobran las razones
para organizar dos Copas más antes del evento cumbre. Antillana es
un ejemplo necesario de imitar. |