
Celima
Bernal
• Recibí con
mucha alegría, una revista que me envió el Lic. Félix Loaces
Ramos. En ella aparece un reportaje: "Murió el obrero del idioma
español", acerca del fallecimiento de Fernando Lázaro Carreter,
que fue director de la Real Academia Española. Criticaba el uso
ignorante de nuestro idioma: el de quienes se arriman al anglicismo
del teletipo, desconociendo que su lengua dice eso mismo de otro
modo. Al respecto de su trabajo solía decir: "A veces es mejor ser
imperfecto a tiempo que perfecto con retraso". Censuraba, con
razón, una palabra que la gente repite: provocar. El incendió lo
provocó... Provocar —decía— es otra cosa; en todo caso debe
usarse: causó: "El incendió lo causó..."
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