Espera bien recompensada

Ronal Suárez Ramos

Foto: HUGO PÉREZPINAR DEL RÍO.— El monumento a los Hermanos Saíz, a la entrada de la capital provincial, parecía más iluminado que de costumbre. Cientos de hombres, mujeres y niños miraban hacia la autopista cercana, en busca de los ómnibus que traerían a sus seres queridos, ausentes del hogar durante más de un año.

Finalmente la espera resultaba recompensada con abrazos múltiples, estrechones de manos y lágrimas. El acto de recibimiento fue breve, como para dejar a la familia, amistades del barrio y compañeros de trabajo, más tiempo para disfrutar de la compañía de los recién llegados.

Jorge Lázaro Valdés, miembro del Buró Municipal del Partido, en nombre del pueblo pinareño, les felicitó por llevar a cada cerro y barrio venezolanos, con total consagración, el mensaje de vida y esperanza, y reconoció también a quienes han cubierto sus puestos en momentos decisivos para seguir perfeccionando nuestro sistema de Salud.

La doctora Yoelis Pereda agradeció las estimulantes muestras de cariño y admiración recibidas desde su arribo al suelo patrio, cuando en el mismo aeropuerto José Martí dirigentes del Gobierno y de la Salud, encabezados por María del Carmen Concepción, primera secretaria del Partido en la provincia, les dieron la bienvenida.

"Un motivo más para que nos esforcemos por resultados superiores en nuestra misión cuando regresemos a tierra bolivariana", comentó un joven galeno mientras sostenía en brazos a su pequeña hija.

Ya están en Pinar del Río los 211 trabajadores de la Salud, de un contingente de más de 1 200, que ha puesto bien en alto la bandera de la solidaridad entre los hermanos venezolanos.

 

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