Intercambian educadores de Cuba y Estados Unidos
Iraida
Calzadilla Rodríguez
Un espacio de
nosotros mismos, así llamaron al panel que abrió el XI
Seminario de Intercambio entre profesores cubanos y estadounidenses.
No pudo haber un nombre mejor para quienes desde 1994 consolidan un
tiempo que sobrepasa adversidades, y en torno a un proyecto común
tratan de resolver problemas que afectan a la educación.
Esta vez se reunió casi un centenar
de docentes de ambos países para analizar temáticas relacionadas con
la educación y la justicia social.
Lo dijo la académica
cubana Zenaida Ponce, estos encuentros contribuyen a hallar un fondo
común y universal en la diversidad y la diferencia. Y otra, Nancy
Chacón, los definió como un momento histórico en las relaciones
Cuba-Estados Unidos, situación difícil a la que no escapan los
educadores que quieren preservar esta comunicación que los acerca
como profesionales y seres humanos.
Todas las reuniones han
tenido su cita en Cuba, en la mayoría de las provincias, como una
manera expedita de conocer esta realidad que las más de las veces a
los estadounidenses les llega tergiversada. Saber del cubano común
de la capital, y también del pinareño, granmense, santiaguero...,
es otro de los éxitos de estos encuentros que sobrepasan los
límites de los análisis científicos. En Estados Unidos no ha sido
posible ninguno: el Gobierno persiste en la negativa de visas a los
cubanos.
La académica Sheryl
Lutjens, quien apasionadamente dio vida al proyecto de intercambio,
calificó esta cita como la más corta e intensa, y aunque no quiso
dejar impresiones negativas, alertó a todos sobre las condiciones "realmente
malas" que hoy se dan en los Estados Unidos. Ejemplificó con el
caso de más de 60 cubanos a quienes recientemente se les negó el
permiso de entrada para asistir a una reunión.
El sociólogo David L.
Benson, de la Universidad de Houston, manifestó sin reparos: "Lo
que aprendí en estas reuniones me da una gran idea de los maestros
y profesores cubanos que trabajan para lograr una educación de
mayor calidad. Si hay un contraste entre el sistema de Educación de
mi país y el de ustedes es que en Estados Unidos parece que tenemos
todo, pero no puede hacerse nada. En cambio en Cuba los profesores
parecen no tener nada y pueden hacerlo todo".
"En
mi país el gran problema es que los niños de clase media y bajos
ingresos están en escuelas de pobreza concentrada, con muchos casos
de latinos y afronorteamericanos. La brillantez cubana es que la
educación es de alta calidad y está distribuida por toda la
nación", afirmó Roslyn Mickelson, de la Universidad de Carolina
del Norte.
Y una experiencia sobre
la repercusión de los seminarios la explicó Judy Findlay, de la
Universidad George Washington. Ha traído con ella a Cuba a más de
100 estudiantes en los últimos cinco años, y "todos tienen un
concepto muy diferente de lo que es ser ciudadano del mundo después
de sus visitas". |