BAGDAD, 28 de octubre (PL).—
Iraq inició hoy su marcha hacia las elecciones generales anunciadas
para enero próximo, con el lastre de una creciente violencia que
podría obstaculizar ese ejercicio dirigido a legitimar un gobierno
simpático a Estados Unidos.
Este jueves aparecieron anuncios
electorales que exhortan a los partidos y grupos independientes a
registrar a sus candidatos a partir del lunes venidero.
Los iraquíes serán llamados a
elegir una Asamblea Nacional, un Parlamento para la región
autónoma de Kurdistán y 18 Consejos Provinciales, que deberán ser
elegidos antes del 31 de enero de 2005.
El gobierno interino del primer
ministro Iyad Allawi, subordinado a Washington, reiteró que se
ajustará al calendario electoral, pero advierte que carece de
medios para contrarrestar la falta de seguridad en esta nación
árabe.
Estamos decididos a realizar las
elecciones en la fecha prevista, tenemos el compromiso de organizar
una consulta libre y honesta antes de fines de enero y lo
respetaremos, dijo por su parte hoy el viceprimer ministro Barham
Saleh, tras reunirse con el gran ayatollah chiíta Ali Sistani.
Sistani fue el mediador entre la
milicia del Ejército del Mahdi, leales al clérigo rebelde Muqtada
el Sadr, y las tropas estadounidenses, que lucharon por más de tres
semanas en el pasado mes de agosto por ese bastión chiíta.
El 28 de junio pasado cuando le fue
transferida la autoridad de manos del administrador civil
norteamericano de Iraq, Paul Bremer, Allawi prometió restablecer la
seguridad, pero cinco meses después esa posibilidad parece aún muy
distante.
En ese lapso han resultado muertos
253 soldados norteamericanos, todos en enfrentamientos con la
insurgencia.
La cifra de iraquíes muertos en ese
tiempo es difícil de conocer, pero se presume que han sido cientos,
teniendo en cuenta la superioridad de las fuerzas estadounidense de
ocupación, empleadas en indiscriminados bombardeos por aire y
tierra contra poblaciones civiles de este país árabe.
Pero la situación amenaza con
deteriorarse aún más, si en efecto se comprueba que parte de las
casi 400 toneladas de explosivos desaparecidos el lunes de un
arsenal en la instalación Al Kakaa, en el sur de Bagdad, están en
manos de los insurrectos.
Este jueves un grupo autodenominado
Brigadas del Ejército Al Islam, Brigada Al Karar, dijo en un video
que obtuvo una buena cantidad de los explosivos desaparecidos de un
depósito de municiones y amenazó con emplearlos contra las tropas
extranjeras en Iraq, comandadas por Estados Unidos.
La persona que habló en el video está bajo custodia de elementos armados con máscaras, ante una
bandera negra con el nombre del grupo.
Le prometemos a Dios y al pueblo de
Iraq que los usaremos (los explosivos) contra las fuerzas de
ocupación y quienes cooperan con ellos en caso de que amenacen
alguna ciudad iraquí.
De resultar cierta esta advertencia,
a este país del Golfo Pérsico le esperan al parecer jornadas aún
más sombrías que las sufridas desde que fue ocupado por tropas
estadounidenses y británicas el 9 de abril de 2003.