Recursos para la educación, no para la guerra

Durante esta semana más de mil especialistas intercambian en el XII Congreso Mundial de Educación Comparada sobre las mejores experiencias en el sector

Iraida Calzadilla Rodríguez

Anne Hickling-Hudson está por concluir su mandato como presidenta del Concilio Mundial de Sociedades de Educación Comparada, cargo que se renueva cada tres años con la celebración del Congreso. A los educadores, en este momento en que el mundo presenta tanta disparidad, les transmite su mensaje sobre la necesidad de persuadir y presionar a los gobiernos y personas para que ejerzan el poder de una forma más razonable, y no se gasten los recursos en guerras y armas, sino en justicia social, paz y educación.

Foto: RAÚL LÓPEZAnne Hickling-Hudson, presidenta del Concilio
 Mundial de Sociedades de Educación Comparada.

Aunque reconoce que hay que recorrer un camino largo antes de lograr el éxito, y el tiempo es difícil para la humanidad, reafirma la voluntad de continuar luchando para que las voces progresistas sean escuchadas en favor de una mejor educación.

El XII Congreso Mundial de Educación Comparada que del 25 al 29 de este mes se celebra en el Palacio de las Convenciones con la asistencia de más de mil delegados procedentes de 85 naciones —el de mayor concurrencia—, es el primero de su tipo con cita en el Caribe.

"El tema del evento, Educación y justicia social, se aviene bien con Cuba, país que ha hecho de ambos conceptos tareas importantes y exitosas". Pone ejemplos: la atención del Gobierno desde el triunfo de la Revolución al tema de la alfabetización, al aseguramiento de que todos sus ciudadanos tengan una educación básica ahora extendida a otros niveles, la prioridad a la salud de niños y jóvenes, y haber alcanzado una calidad en la educación que sobrepasa a la de otros países.

A su juicio, las transformaciones del sector que hoy se operan en la Isla expresan que el sistema educacional cubano ha llegado a un nivel que permite enriquecerse y perfeccionarse cada vez más. Muchas personas —dice—, ante las dificultades que presenta el país se preguntan cómo ha sido capaz de alcanzar esto, qué sacrificios han exigido tales resultados. Ninguna otra nación caribeña ha hecho lo de Cuba.

Acerca de la educación comparada —en la que se muestran las experiencias mundiales en el sector—, manifestó que es particularmente importante en estos años de globalización en los que existen diferentes conflictos en las sociedades y demandas de todo tipo.

La educación comparada —abundó—, debe analizar esas tendencias y sus implicaciones para la educación. Por la experiencia y grado de pericia que tienen sus especialistas, están suficientemente preparados para aconsejar a las instituciones que deciden en relación con las políticas educacionales.

 

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