La esgrima quiere sacudirse
A la vista... los dos
primeros exámenes
RAFAEL PÉREZ VALDÉS
La
esgrima cubana tiene a la vista sus dos primeros exámenes del nuevo
ciclo: una competencia por invitación de espada masculina (el 28 de
noviembre, en París), y las Copas del Mundo Juveniles (10 al 12 de
diciembre, en La Habana)...
Los
de la espada conquistaron allí en la ocasión anterior las medallas
de plata, y ahora, según ha dicho su entrenador, Jorge Valdés,
intentarán ir a buscar una presea en los Juegos Olímpicos de
Beijing'08, un propósito gigantesco si tenemos en cuenta los
retrocesos mostrados últimamente en los resultados por este
deporte.
Los reflectores, claro
está, se encontrarán dirigidos también hacia la cita de los
bisoños, no solo por reanudarse su celebración en Cuba, sino por
lo que representa para el desarrollo.
Estas competencias, que
se efectúan en todas las armas, comenzaron celebrándose en nuestro
país en la ciudad de Santiago de Cuba (1999 y 2000) y luego se
montaron en la capital dos veces en el 2001, debido a reajustes en
el programa de la Federación Internacional, una en enero y otra en
diciembre.
Hubo en las dos últimas
oportunidades presencia cubana en el podio... ¡bienvenida fue!
En la de enero se
terminó con una medalla de oro y tres de bronce (cuatro en total),
válidas para un cuarto-quinto lugar, compartiendo esos escaños con
los venezolanos.
La cima perteneció a
Holanda, pues con solo cuatro esgrimistas se adueñó de dos
coronas, en excelente muestra de economía de deportistas, algo que
habla de las bondades de esta disciplina, en la que Cuba tejió
cadenas recientemente rotas de ganar medallas de forma consecutiva
en Campeonatos Mundiales o Juegos Olímpicos. En el primer caso
duró de Sofía'86 a Nimes'01, y en el segundo desde Barcelona'92
hasta Sydney'00.
El título dejado en
casa lo ensartó con su espada Misleidis Oña, de 19 años (la edad
máxima para estas citas es de 20), quien en ese momento ya formaba
parte de la preselección nacional de adultos, en una porfía en la
cual llamó la atención que los floretistas de casa se fueran con
las manos vacías.
En la Copa siguiente, la
de diciembre, la cosecha cubana mejoró a 1-2-2=5, con un sorpresivo
éxito de una chica de solo... ¡17 años! La sablista Anabel Lastre
se había convertido en la última posibilidad de llegar a una de
oro, y la aprovechó.
Las de plata
correspondieron a Misleidis Company (florete), Yusmila Perera
(espada), y las de bronce a Daylon Díaz (sable) y Denis García
(florete), quien compartió el podio con... ¡tres canadienses!
Hay que esperar a ver
cómo sale la esgrima cubana de estos dos primeros exámenes. Y,
sobre todo, observar qué proyección trae de cara a la temporada
2004-2005. Ella parece decisiva. |