La famosa frase "Ladran,
Sancho, señal que cabalgamos", atribuida al ingenioso
hidalgo Don Quijote de la Mancha es en realidad una humorada del
cineasta norteamericano Orson Welles, quien la tomó de la
tradición popular.
El director de El ciudadano Kane —una
joya de la cinematografía de todos los tiempos— la incluyó en
una versión de ese clásico de Miguel de Cervantes Saavedra,
filmada en la década de 1930, y desde entonces se convirtió en un
mito que ha recorrido el mundo.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano
fue el primero en echar por tierra tal creencia en uno de sus textos
y para ello se apoyó en numerosas pesquisas de especialistas de
todas partes del mundo, quienes indagaron a fondo en la obra de
Cervantes.
Sin embargo, nadie ha podido detener
el equívoco en torno a una expresión que continúa asociándose al
célebre caballero de la triste figura, de cuya mano se abrió paso
la novela moderna. (PL)