Un proyecto para la producción de
alimentos destinados a la población aplican en varias Cooperativas
de Créditos y Servicios enclavadas en el Valle de Guantánamo, a
casi mil kilómetros al este de La Habana.
Cuatro casas de cultivo tapado y una
de posturas incluyen la inversión, valorada en 20 mil dólares y
una cantidad similar en moneda nacional.
Esas instalaciones proporcionarán
plantas de alto valor genético mediante una avanzada tecnología
que propicia el ahorro de grandes cantidades de semillas, y la
disminución de las pérdidas asociadas a los trasplantes
tradicionales, además de lograr vegetales de óptima calidad
agronómica.
En el citado programa intervienen la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), la Delegación Provincial de la Agricultura, y
la ANAP en el territorio, estas últimas encargadas de la asistencia
técnica y normativa y del acopio y planificación de las
producciones.
Este es uno de los más de 80 planes
de colaboración económica en marcha en la provincia desde 1998,
cuyos principales contribuyentes son la FAO y diversas
Organizaciones No Gubernamentales, en lo fundamental del Viejo
Continente.
Esa institución de la ONU
estableció su representación permanente en la Mayor de las
Antillas a finales de la década de los 60 del pasado siglo, y la
asistencia que presta se orienta a la seguridad alimentaria, el
progreso sostenible y la educación y vigilancia nutricionales.
También promueve la cooperación
técnica entre países en desarrollo, a través de la cual expertos
cubanos de alta calificación contribuyen —en muchas naciones del
mundo— a aplicar importantes investigaciones en el campo de la
biotecnología vegetal, genética y pesquería, entre otras. (AIN)