La
cita para la Tribuna Abierta de la Revolución fue esta vez en el
Coliseo Deportivo de la capital cubana y las motivaciones de la
convocatoria se centraron en el apoyo a la Resolución que en contra
del bloqueo presentará nuevamente Cuba ante la Asamblea de las
Naciones Unidas, y el homenaje al comandante Camilo Cienfuegos, el
Señor de la Vanguardia, cercana la efemérides del aniversario 45
de su desaparición física.
Ricardo Alarcón lo reafirmó ante
más de 10 000 compatriotas del municipio citadino del Cerro:
si el Gobierno norteamericano con las medidas adoptadas en contra de
Cuba y que recrudecen el bloqueo genocida nos está anunciando las
peores formas de intervencionismo y las más groseras maneras de
anexionismo, este pueblo no se va a amedrentar, y aquí encontrarán
una resistencia que el imperio jamás sería capaz de enfrentar.
El
Presidente del Parlamento Cubano, quien fue el pionero en presentar
oficialmente en Naciones Unidas la Resolución contra el bloqueo en
1991, hizo un recuento histórico: si la primera vez que se sometió
el documento a votación lo apoyaron 59 países, el pasado año ya
sumaban 179. Y aclaró: quedará la negativa norteamericana y algún
otro que acompañe a los yankis, pero año tras año la comunidad
mundial repudia esa política y estará con nosotros el venidero 28
de octubre para darnos su voto.
Eso no quiere decir que el bloqueo
sea levantado, aclaró, porque en lugar de acatar la voluntad de la
humanidad, el imperio intensifica el bloqueo, aumenta la guerra
económica contra Cuba y cada vez más lo hace de modo
desvergonzado.
Al
referirse al plan de medidas del Gobierno norteamericano las
calificó como de anexión para nuestro país. Sin embargo,
señaló, aquí encontrarán a un pueblo que peleará hasta con los
dientes y las uñas.
Esta mañana las voces del pueblo
para reafirmar por qué defendemos nuestro proyecto social, a la
Revolución, al Partido y a Fidel, se volvieron a oír en las
palabras emotivas de un pionero, de un maestro emergente de la
enseñanza primaria, de la madre de un niño sordo, un trabajador
del Ministerio de Relaciones Exteriores, un jubilado, un atleta, una
médica de la familia y del propio Presidente del Parlamento.
Esa es la fuerza, y la entereza, de
una nación unida por la certeza de que tiene la razón, y de que
nuevamente la moral y los principios derrotarán a la arrogancia y
la prepotencia de quienes pretenden erigirse como amos del planeta.
Ya
quedaba antes precisado en la convocatoria a la Tribuna: Cuba no
claudicará en la defensa de su independencia y exigirá el cese del
bloqueo genocida. Los cubanos todos estaban representados en esos
miles de compatriotas que desde la madrugada y hasta avanzada la
mañana, llenaron las áreas aledañas a la Ciudad Deportiva.
Y junto a ellos, el Comandante de la
Revolución Juan Almeida, Carlos Lage, secretario del Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministros, José Ramón Balaguer, titular
de Salud Pública, el general de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra
Frías y Pedro Sáez, primer secretario del Partido en Ciudad de La
Habana, todos miembros del Buró Político.
También acompañaron a los
pobladores del Cerro, el Comandante de la Revolución Guillermo
García, Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Exteriores,
Otto Rivero, primer secretario del Comité Nacional de la Unión de
Jóvenes Comunistas, Jaime Crombet, vicepresidente de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, y familiares de los Cinco Héroes
Prisioneros Políticos del imperio.