Entrevista a Phoungkeo Langsy

El bloqueo yanki a Cuba recibirá una nueva derrota

El Embajador de Laos conversa con Granma sobre los lazos solidarios comunes entre las dos naciones socialistas, la política exterior de su país y los esfuerzos del pueblo laosiano para salir del subdesarrollo

ARNALDO MUSA

Foto: ALDO MEDEROS"Laos y Cuba son dos países que comparten asuntos comunes. Por eso, cada acción agresiva contra el pueblo cubano es también contra el laosiano, y una vez más, el próximo 28, estará junto a sus hermanos para propinar una nueva derrota al genocida bloqueo de Estados Unidos", destacó Phoungkeo Langsy, embajador de la República Democrática Popular Lao.

El diplomático señaló que ello será también expresión de las relaciones que mantienen formalmente Cuba y Laos desde hace 30 años, a partir del 4 de octubre de 1974, pero que se remontan a la lucha de liberación de su nación, donde estuvo presente la ayuda internacionalista cubana.

Phoungkeo calificó de paradigma para su pueblo el ejemplo de la Revolución cubana, la cual, dirigida por Fidel, se ha enfrentado y vencido amenaza tras amenaza de los imperialistas norteamericanos. "Cuba puede ser bloqueada económicamente, pero jamás su esperanza", subrayó.

Recordó que a partir de los sucesos del 11 de septiembre, Laos declaró que está dispuesto a luchar contra todo tipo de terrorismo, por eso organizaciones de masas de su país han expresado reiteradamente su apoyo a la liberación de los Cinco Héroes presos injustamente en cárceles de Estados Unidos por alertar precisamente de acciones terroristas.

Apuntó que todo ello es consecuente con la política exterior laosiana de paz, independencia y no injerencia en los asuntos internos de otras naciones, expresión compartida con Cuba en el seno del Movimiento de Países No Alineados, en el Grupo de los 77 más China y en otros foros internacionales.

El Embajador aseveró que Laos mantiene firme su decisión de construir el socialismo, afianzar en el pueblo las convicciones revolucionarias y llevar a cabo un amplio programa de renovación, que arroja halagüeños resultados desde su implantación en 1986.

Informó al respecto que se han alcanzado éxitos palpables en la estabilidad política del país sobre bases firmes, en el orden social y notables crecimientos en el sector económico, expresados en un aumento del 5,9% en el Producto Interno Bruto, el pasado año.

No obstante, indicó que ello es aún insuficiente, ya que Laos es uno de los países más pobres del mundo, por lo que se ha trazado ambiciosos, difíciles, pero alcanzables objetivos en el desarrollo nacional:

Mantener el crecimiento económico con una tasa de 7%, para aumentar tres veces el ingreso per cápita de la población (300 dólares en el 2003) antes del 2020; reducir a la mitad la actual pobreza (el 30% de las 800 000 familias) antes del 2005 y su virtual erradicación antes del 2010; eliminar totalmente el cultivo del opio antes del 2005 y acabar con el sistema de siembra de otras plantaciones mediante la tala y quema de árboles antes del 2010.

A preguntas de Granma explicó que se trata de buscar cultivos alternos para los cultivadores de opio, y se pretende llevar la electrificación a todas las regiones del país, mejorar los índices de salud y de alfabetización (actualmente el 72% de la población en edad de primaria) y promover aún más las inversiones, hoy día procedentes de 40 países y regiones, ascendentes a 7 000 millones de dólares en las hidroeléctricas y los servicios, fundamentalmente.

Finalmente, el Embajador de la República Democrática Popular apuntó que Laos y Cuba mantienen los mismos principios e ideales antimperialistas, y reiteró el respaldo en todo momento al pueblo cubano en la lucha contra el bloqueo.

 

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