La cultura jamás será aherrojada

TERESITA JORGE
Servicio Especial de la AIN

El 20 de octubre de 1868 la ciudad de Bayamo fue tomada por los patriotas que luchaban contra el colonialismo español. Ese día, por vez primera, se interpretó el Himno Nacional cubano, compuesto por Perucho Figueredo.

Atendiendo a la significación de ese histórico acto, la fecha fue declarada como Día de la Cultura.

Enfrentados al criminal bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba a lo largo de más de cuatro décadas, los cubanos celebrarán este Día, jornada exponente de la rica idiosincrasia de la isla antillana donde se conjugan una inclaudicable vocación patriótica y las más diversas manifestaciones artísticas.

Desde la mitad del siglo XIX intelectuales insulares como el poeta José María Heredia levantaron su voz para denunciar los desmanes de la corona hispana en la Isla. El presbítero Félix Varela llevó a la Escuela Cubana los laboratorios y la experimentación científica, además de basar su magisterio en la formación de una conciencia nacional.

Unos días antes de la gesta bayamesa, el 10 de octubre de 1868, el ilustre abogado Carlos Manuel de Céspedes había liberado a sus esclavos en el ingenio Demajagua, acción con la cual se inició la lucha independentista para alcanzar la libertad y soberanía.

En La Opinión Nacional, de Caracas, Venezuela, José Martí, Héroe Nacional Cubano, escribió en febrero de 1882: "Una nación no puede ser como una mente juvenil, llena de ensueños, de errores, de relámpagos, que ya lleva a morir sonriente y magnánimo en el torreón que luce la bandera amenazada de la patria... Una nación ha de ser como una matrona grave que cuida de sus hijos, no como doncella irreflexiva, de alma blanda a los arrullos de todos los galanes."

Las palabras de Martí cobran plena vigencia en este Día de la Cultura Nacional en que los cubanos, entre estos sus escritores y artistas, levantan la voz para reiterar su protesta contra el genocida bloqueo norteamericano impuesto a la mayor de las Antillas en un vano intento por asfixiar a la patria del Apóstol, quien desde el siglo XIX avizoró el peligro de que Estados Unidos se apoderara de Cuba.

Según definición de la UNESCO, la cultura no solo incluye las artes y las letras sino también los modos de vida, sistema de valores, creencias, tradiciones y derechos fundamentales del ser humano, que en Cuba alcanzan sus más elevados exponentes en el acceso de todos a la salud, la educación y las demás obras de beneficio social.

Cada vez es más conocida la colosal batalla que se libra en la nación caribeña para dotar a todos sus hijos de una cultura general integral.

De los mensajes de alto valor estético priva el bloqueo impuesto desde hace más de cuatro décadas por el gobierno de Estados Unidos tanto a cubanos como a norteamericanos, al limitar o prohibir la presencia en la Isla y en el vecino norteño de los exponentes principales de lo más valioso del arte y la literatura de ambos confines.

A esto se añade el carácter extraterritorial de dicha política, que también impide las relaciones contractuales con empresas de la industria del entretenimiento radicadas en terceros países y cuyas casas matrices o propietarios mayoritarios de las acciones son estadounidenses, lo cual impide la propagación de lo mejor de la cultura cubana en el ámbito universal.

Pero a pesar de las limitaciones que en las diferentes esferas culturales impone Estados Unidos, agudizadas con la presidencia de George W. Bush, son cada vez más las personas de buena voluntad que en el mundo protestan por la existencia de un bloqueo que, dirigido a asfixiar a la Revolución Cubana, aísla a su extraordinaria cultura.

Bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, la Administración Bush dio a conocer nuevas disposiciones para recrudecer el bloqueo a los dos pueblos, a los cuales se niega el derecho de sostener todo tipo de encuentros, incluidos los culturales.

Durante una de las presentaciones de los Grammy Latinos, Washington negó visas de entrada a los destacados artistas Chucho Valdés, Eliades Ochoa, Ibrahím Ferrer y Los Muñequitos de Matanzas, bajo las acusaciones de "extremadamente peligrosos terroristas".

Interminable es la lista de ejemplos que han frustrado el contacto entre las culturas cubana y norteamericana. En la esfera cinematográfica fueron abortados los rodajes de la película Papá Hemingway e importantes secuencias en locaciones cubanas de la segunda parte de El Padrino, cinta dirigida por el italo-norteamericano Francis Ford Coppola.

Este 20 de octubre, fiesta de la cubanía, la Isla se levanta ante cualquier intento de agresión. Erguida e invicta renueva las raíces que mantienen vivas el alma de la nación cubana y nutre y sustenta su historia emancipadora, idiosincrasia y nacionalidad, orgullo de sus mejores hijos.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Deportes | Cultura |
| Cartas | Comentarios | Ciencia y Tecnología | Lapizcopio| Especiales |

SubirSubir