Décimo
aniversario Grito de los Excluidos
Para dar voz a los
sin voces
Sonia
Sánchez
¡Por qué callar, si
nacimos gritando!, fue la voz de los segregados de Nuestra América
que se alzó en reclamo de justicia, igualdad y esperanza
convencidos de la posibilidad de un mundo mejor.
El décimo aniversario
del Grito de los Excluidos, este último 12 de octubre, transcurrió
en medio del incierto panorama vivido por las mayorías desposeídas
del mundo, denunció el deshumanizante sistema neoliberal, las
políticas de reajuste económico, y promovió espacios de
participación en las luchas contra la deuda externa, el ALCA, los
tratados de libre comercio, el Plan Puebla Panamá, la
militarización, la xenofobia, el racismo, que amenazan y exterminan
la vida y el medio ambiente, las identidades culturales y la
soberanía de los pueblos.
El grito continental de
los excluidos y excluidas, que toma como fecha el encontronazo entre
las dos culturas, la del Viejo y Nuevo Continentes, —símbolo de
los intereses colonialistas padecidos durante siglos por la región—
constituye un movimiento social internacional que data de 1994 en
Brasil y agrupa a trabajadores del campo y la ciudad, campesinos sin
tierra, pueblos indígenas y afroamericanos, desempleados y
subempleados, migrantes, jóvenes y niños carentes de sus derechos
fundamentales.
Cuba, país excluido de
esquemas de integración continental, de la OEA, bloqueado y
asediado por la mayor potencia imperialista de todos los tiempos, se
unió a los sin voces mediante un programa cultural organizado por
el Centro Memorial Martin Luther King (CMMLK), la Asociación para
la Unidad de Nuestra América (AUNA) y la Casa de las Américas.
Los materiales
audiovisuales Memorias y rebeldías, presentados en el Foro Social
de las Américas, que se celebró en Quito, Ecuador, en julio
último, y la actuación del grupo Camino de Santiago, bajo la
dirección de Alberto Faya, integraron la gala efectuada en la sala
Che Guevara de la Casa.
Del colectivo Indymedia,
compuesto por realizadores norteamericanos independientes, el
documental The Miami Model relató los hechos protagonizados
por organizaciones sociales de Estados Unidos que acudieron a la
contra cumbre de los pueblos, en respuesta a la Cumbre Ministerial
ocurrida en Miami el pasado año. Otro material fílmico Pequeñas
voces, del director Eduardo Carrillo, de Colombia, mostró el
sentir de niños de ese país —desplazados a causa de la guerra—
por medio de animaciones hechas a partir de sus propios dibujos
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