Las palabras pronunciadas este lunes en Santa Clara por el Comandante en Jefe Fidel Castro acaparan la atención de los capitalinos, quienes bien temprano acudieron a los estanquillos a comprar el periódico que publica el discurso.

En paradas de ómnibus, unidades del comercio y la gastronomía, hospitales, fábricas de producción continua y en otros tantos espacios, incluyendo los hogares, tema de conversación de muchos habaneros y visitantes es la intervención del líder cubano en el acto por el 26 de Julio.

"Ha sido una brillante pieza oratoria en la que Fidel, con argumentos sólidos desenmascaró al presidente George W. Bush, un individuo no solo alcohólico sino demente y ansioso de anexar a Cuba", opinó Bartolo Reyes Arístides, un jubilado de la industria sideromecánica.

En declaraciones a la AIN afirmó que la personalidad del mandatario norteamericano "es muy parecida a la de Adolfo Hitler, con la diferencia de que aquel un día invadió a Europa y el nuevo fuhrer pretende llevar al mundo a un holocausto de mayor peligro y consecuencias".

Para Daniel Guerra, especialista de la agricultura, y su compañera, Margaret Hidalgo, trabajadora de gastronomía, las palabras del líder cubano "son una contundente respuesta a las calumnias de Bush al calificar la Isla como destino del turismo sexual y prostitución infantil.

La turista española Beatriz Ayestarán opinó que aunque lleva pocos días en La Habana ha visto una ciudad con muchos atractivos y un pueblo que ama y defiende su Revolución, y que siguió muy atenta el discurso de Fidel.