MÉXICO, 27 de julio (PL).—
Un tribunal internacional de la sociedad civil juzgará aquí en
octubre próximo los crímenes que por más de 45 años han cometido
los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba, confirmó hoy el
destacado intelectual mexicano Gilberto López.
El Tribunal Internacional Benito
Juárez, a cuya convocatoria de integración respondieron ya
ciudadanos de 14 países, sesionará los días 4 y 5 de octubre
próximo en la Ciudad Universitaria ante un hecho sustancial: la
inexistencia de instancias capaces de juzgar la criminal conducta de
Washington contra la Isla, precisó.
En declaraciones a Prensa Latina, el
ex diputado federal sostuvo que el tribunal se formará de acuerdo
con las instancias procesales mexicanas.
Habrá una fiscalía con peritos que
contribuirán a sustentar sus alegatos, un grupo de jueces y
también un abogado defensor, dijo.
Adelantó que próximamente
presentarán la denuncia ante la Embajada de Estados Unidos aquí y
conminarán "por intermedio de ésta" al gobierno de ese
país a nombrar un defensor; de no hacerlo, como es previsible,
será nombrada una defensa de oficio, indicó.
De acuerdo con López, las cortes
internacionales (de Justicia y Penal Internacional) se han hecho de
la vista gorda en los casos de los crímenes perpetrados por Estados
Unidos en Iraq, o en el tratamiento que les dan a los prisioneros en
la ilegal base naval de Guantánamo.
Incluso, señaló, las Naciones
Unidas han legitimado la invasión del territorio iraquí; de ahí
la necesidad de un tribunal internacional de la sociedad civil para
juzgar sus crímenes contra Cuba, reiteró.
Ciudadanos de Estados Unidos,
Bélgica, España, Austria, Argentina, Brasil, Chile, Colombia,
Cuba, Ecuador, Nicaragua, Panamá, Perú y México, suscribieron ya
su adhesión al Tribunal Internacional Benito Juárez, integrado
oficialmente ayer aquí.
Antes de anunciarse la conformación
del tribunal, se dio a conocer también la "Carta a los amantes
de la paz", en la cual se denuncia que el objetivo de la
llamada Comisión de Asistencia para una Cuba Libre es provocar el
derrocamiento del gobierno legítimo de la Isla.