BUENOS AIRES, 27 de julio (PL).—
Con un combativo acto de apoyo a Cuba y su Revolución, así como de
compromiso de unidad y lucha para conseguir que un mundo mejor sea
posible se celebró aquí hoy el aniversario 51 del asalto al
Cuartel Moncada.
El aula magna de la Facultad de
Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires congregó a
centenares de personas de todas las edades y tendencias políticas,
entre ellas Alberto Granado, amigo de Ernesto Che Guevara, quien lo
acompañó en su viaje en motocicleta por América Latina, recibido
con una ovación, así como a muchos estudiantes.
Los participantes firmaron una carta
de apoyo a Cuba dirigida al Presidente Fidel Castro.
"En estos tiempos de retornos
coloniales, de salvajismo imperial, tenebroso y corrupto, en que
sólo la dignidad nos puede salvar del abismo y el genocidio, hemos
vuelto la mirada una vez más hacia Cuba, esa pequeña isla del
Caribe, que desde la gloriosa Revolución de 1959 hasta ahora ha
resistido de pie todos los huracanes desatados por el poder
mundial", se dice en el mensaje.
También se patentizó, mediante la
recolección de firmas que acompañarán un documento dirigido al
Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el respaldo a
la demanda internacional por la libertad de los Cinco
luchadores antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos.
Con gran entusiasmo recibió la
presencia juvenil el discurso de Emiliano Mariscal, estudiante de Medicina argentino becario en Cuba, quien habló de sus experiencias
y resaltó lo enraizado que está en el pueblo cubano el pensamiento
nacional liberador y antimperialista de su héroe nacional, José
Martí.
Entre los oradores estuvieron Ulises
Caballero, periodista; Eduardo Malacuse, diputado nacional por el
partido Afirmación para una República Igualitaria (ARI); la
religiosa hermana María Bassa, de las organizaciones Diálogo 2000
y Autoconvocatoria No al ALCA; Gerardo Pérez, vicepresidente de la
Federación Universitaria de La Plata, y Norberto Galasso,
historiador y ensayista.
Durante el acto se dio lectura a un
mensaje de la obispa de la Iglesia Evangélica Metodista, Nelly
Ritchie, en el cual expresó su gratitud y reconocimiento por lo que
el Gobierno de Cuba hace no sólo por su pueblo, sino por otros de
Latinoamérica y el mundo al abrir sus escuelas para formar
médicos.
Resaltó que si un pequeño país
como Cuba tiene esa capacidad de solidaridad, hay también capacidad
para la esperanza de acabar con la hipocresía, la envidia y el odio
y aspirar a una América Latina mejor.
También se dio lectura a un mensaje
de respaldo al acto de la diputada por Izquierda Unidad, Patricia
Walsh, hija del escritor y revolucionario Rodolfo Walsh.
Otro orador fue Patricio Echegaray,
secretario general del Partido Comunista argentino, quien consideró
llegada la hora de expresar la solidaridad con Cuba siguiendo su
ejemplo y aprendiendo de su Revolución, que es una alternativa y un
modelo concretos.
El diputado nacional por el Partido
Socialista, Jorge Rivas, relató los logros de Cuba en todas las
esferas sociales y afirmó que ello se debe a la integración entre
dirigentes y pueblo enfilada hacia un mismo objetivo, lo cual fue
resaltado por la también diputada del Partido Intransigente,
Lucrecia Monteagudo.
Un llamado a recuperar la unidad, a
luchar contra el gendarme mundial que representa Estados Unidos y a
seguir el ejemplo de Cuba, que demuestra que sí se puede parar la
mano del imperio, lanzó la periodista y escritora Estella Calloni.
Danilo Sánchez, encargado de
negocios de la embajada de Cuba, agradeció las muestras de
solidaridad y destacó la respuesta que Fidel Castro dio a las
injurias y calumnias del presidente estadounidense, George W. Bush, en
el acto central celebrado en la Isla.
También valoró las dimensiones y el
impulso cobrados por el movimiento argentino de solidaridad y
amistad con Cuba.
El conjunto Huerque Mapu (Mensajeros
de la Tierra, en lengua indígena) interpretó canciones
folklóricas de los pueblos de América Latina.