Cada vez son más las personas
beneficiadas con el tratamiento en diversas patologías de la
energía piramidal, terapia sustentada en el restablecimiento del
balance energético de los enfermos.
La novedosa tecnología de medicina
bioenergética alcanzó prestigio y reconocimiento internacional y
en Cuba su punto de despegue sobrevino en 1995, cuando se celebró
en Cárdenas el primer evento científico sobre su estudio y
aplicación práctica.
A ella se atribuyen efectos
analgésicos, antinflamatorios, bacteriostáticos y sedantes y la
literatura plantea sus posibilidades en diversas afecciones como
úlceras, gastritis, reumatismo, enfermedades de la piel, renales,
del hígado, la sangre y la vesícula, alergias, así como se
considera aumenta el vigor sexual.
En Pinar del Río, decenas de
pacientes dan fe de su efectividad, entre ellos Julio Antonio Rego,
de 52 años, aquejado de esclerosis múltiple, quien mejoró
grandemente, al poder prescindir del sillón de ruedas y caminar
sólo con la ayuda de un bastón.
A José Antonio Serantes, las 12
sesiones recibidas fueron suficientes para eliminar totalmente los
dolores musculares padecidos durante muchos años.
En el departamento de medicina
natural y tradicional de la clínica estomatológica de la ciudad de
Manzanillo, los resultados de la terapéutica se comprobaron en 40
personas aquejadas mayoritariamente de gingivitis, odontalgias y
alveolitis, quienes en un alto porcentaje mejoraron con prontitud.
El método consistió en la
exposición directa del paciente en la pirámide aplicada en la
cabeza durante unos 35 minutos, así como buchadas de agua piramidal
tres veces al día.
Entre sus ventajas se enumeran
además la modificación de las carnes y otros alimentos, a los
cuales retiene la putrefacción y mejora el sabor, añeja con mayor
rapidez las bebidas, incrementa el lapso de vida de animales
pequeños y aumenta el crecimiento de las plantas.