Un sistema computarizado que permite
estudiar la hidrodinámica de la bahía cienfueguera se integra por
sus resultados al Fondo Nacional de Medio Ambiente.
VISTA
DE LA ENTRADA A LA BAHÍA DESDE EL CASTILLO DE JAGUA.
El proyecto consiste en determinar
con exactitud la orientación y tiempo del traslado de
hidrocarburos, aceites u otros contaminantes que pudieran derramarse
accidentalmente sobre las aguas marinas.
Alain Muñoz Caravaca, autor del
diseño y un equipo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente, llevaron a un modelo matemático datos físicos,
biológicos, geográficos, meteorológicos y estudios
oceanográficos de la bahía de Jagua.
Esos análisis tienen el propósito
de prevenir y actuar rápidamente ante tales contingencias, con el
fin de reducir los daños que esas emanaciones de combustible causan
a la flora y la fauna marinas.
La experiencia puede ser aplicada en
otras radas cubanas y ecosistemas costeros, donde será útil para
predecir y amortiguar posibles consecuencias del cambio climático,
tales como sobre elevaciones del mar y meteoros.
El sistema se suma al programa de
monitoreo ambiental que desde los años 90 estudia las corrientes
del ecosistema y los procesos hidrodinámicos, para evitar el
impacto negativo del hombre y los fenómenos atmosféricos en los 88
kilómetros cuadrados de la bahía sureña.
(AIN)