Empresa de Cultivos Varios Valle del Yabú

La flor que brotó de un pantano

JOSÉ ANTONIO FULGUEIRAS
FOTOS: JORGE BLANCO

SANTA CLARA.— A la Empresa de Cultivos Varios Valle del Yabú hoy mucha gente la identifica como el palacio de las viandas y hortalizas, pero en 1994 era símbolo de ineficiencia y abandono.

El descubridor de aquella mancha improductiva, que disminuía ante los ojos semicerrados de sus dirigentes en aquel tiempo, fue el Segundo Secretario del Comité Central del Partido y Ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro, quien luego de recorrer la instalación la definió como el peor plan agrícola del país.

Raúl en su última visita al Valle del Yabú.

En aquel año el Yabú produjo 215 600 quintales de viandas y hortalizas para una población como la de Santa Clara, de alrededor de 220 000 habitantes, más hospitales, centros de estudio y otras unidades sociales. No hay que ser Pitágoras para saber que no alcanzaba prácticamente ni a un plátano por cabeza.

Entonces Raúl llamó al combate por la productividad y la eficiencia.

Una fuerza del Ejército Juvenil del Trabajo asumió el reto junto a un contingente del Partido. Y el Valle comenzó a florecer lentamente, pero a florecer.

EN LA COMUNIDAD JULIÁN GRIMAU

"El Ministro tenía razón, pues esto aquí era un desastre, no se cultivaba prácticamente la tierra y la atención al hombre brillaba por su ausencia. Yo era jefe de una granja en aquel momento y me consideré aludido. Sentí un bochorno muy grande de que un hombre como Raúl nos calificara como los peores de Cuba".

Esto lo afirma Alberto Álvarez Cervera, fundador de la entidad, en la comunidad Julián Grimau.

"En aquel momento me dije: Tenemos que salir de este hueco en que estamos metidos y comencé a trabajar de sol a sol. Nos inspiraron mucho los muchachos del EJT, quienes se establecieron en Dolores y Pararrayo y empezaron a transformar todo esto. También se distinguieron el contingente de militantes del Partido y de la UJC y trabajadores destacados. Se albergaron aquí y entregaron alma y corazón al Yabú.

"El optimismo hoy es grande entre los trabajadores, pues son estimulados en todos los sentidos, desde la alimentación en el comedor obrero hasta la venta de productos a precios asequibles.

"Los más destacados participan, junto a su famila, en noches cubanas. El cumpleaños de cada obrero es reconocido en los matutinos y se celebran los colectivos. Trimestralmente se envían cartas de reconocimiento a los hogares de los más destacados.

"Los trabajadores están vinculados al pago final por los resultados en la producción, y aquí en el plátano, por ejemplo, la mayoría gana más de 500 pesos quincenales."

EN EL PUESTO DE MANDO

Enel Espinosa Hernández es director de la Empresa desde hace seis años, y cuadro destacado de la Agricultura.

Junto a los diplomas por sus éxitos productivos, como el del 2003, cuando la entidad ya logró producir 805 000 quintales de viandas y hotalizas, aparece una foto en la que él está al lado del Ministro de las FAR, rodeado de otros dirigentes del Partido, del Gobierno y de la Agricultura en el territorio.

"Raúl regresó por aquí en octubre del año pasado y se marchó muy contento por la transformación positiva que experimenta la Empresa", expresa satisfecho.

El Valle del Yabú tiene cosechados hasta la fecha 460 000 quintales a pesar de afrontar la sequía más grande de los últimos 50 años. En mayo, por ejemplo, cayó el 24% de la media histórica de lluvia en la provincia. No obstante, piensan terminar el 2004 con un millón de quintales, la mayor producción que alcanzará la entidad.

Cuentan con 163 caballerías, con más de un 90% cultivadas de plátano, yuca, malanga, maíz, boniato y frutales.

Paradójicamente, en los años improductivos la Empresa gastaba varias veces más combustible que el que recibe ahora. El ahorro es resultado de una mayor conciencia de la necesidad de hacer más con menos y de la introducción de la tracción animal con 300 yuntas de bueyes.

Ya tienen 55 caballerías electrificadas con riego y este año aspiran a electrificar 20 más. Toda la producción la entregan al pueblo de Santa Clara mediante la empresa de acopio y una red propia de venta. El 2% lo destinan a la venta en divisas, lo cual ha posibilitado adquirir insumos para el desarrollo de los cultivos.

Los campos están desyerbados y se abastecen de medios biológicos para combatir las plagas y enfermedades.

En 1994 el Valle del Yabú perdía 5,4 millones de pesos cada año y desde 1999 para acá obtiene ganancias.

ORO PARECE Y PLATA ES

La granja estatal La Plata es la taza de oro del plan. La dirige un mulato pelotero que responde al nombre de Modesto López Pérez, y por sus afanosos labriegos resultaron la mejor huerta de secano del país. Coloca una piedra caliza en la entrada de cada campo sembrado que, según ellos, indica la ética de la limpieza y la eficiencia. Este semestre tiene el programa productivo cumplido al 200%, pues ha intercalado sembrados entre los frutales. El año pasado, en 12 caballerías, cosechó más de 23 000 quintales de viandas y hortalizas de alta calidad.

La Plata es la taza de oro de la Empresa.

En la granja de Modesto prima surcar con bueyes. Conversamos con el boyero Modesto Machado, distinguido en la provincia, y con los jornaleros Cristóbal Gallardo, secretario sindical, y Miguel Torres Pérez, el hombre orquesta con 17 años como Vanguardia Nacional.

Esta es la Empresa Valle del Yabú de ahora. Una flor que brotó de un pantano y en la que retumba entre los surcos y los sembrados vigorizados la antológica frase de Raúl: Sí se puede.

 

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