NACIONES UNIDAS, 20 de julio (PL).—
Una nueva oficina de las Naciones Unidas, la división de
desplazados internos, entró hoy en funciones con el reto de
remediar la situación de 50 millones de personas desarraigadas de
sus hogares en el mundo.
Según declaró su director, Dennis
MacNamara, la dependencia establecida el 1ro. de julio intenta llenar
un vacío que no pudieron llenar los esfuerzos previos para
enfrentar lo que calificó de crisis humanitaria.
La prioridad inmediata se pondrá en
seis de los ocho países con mayor número de desplazados a causa de
guerras y otras emergencias: Sudán, Uganda, Somalia, Liberia,
Burundi y Colombia.
De los 21 conflictos que asolan el
panorama mundial, 18 son de carácter interno, con 25 millones de
afectados, mientras otra cifra semejante corresponde a damnificados
por desastres naturales y proyectos de desarrollo.
La recién estrenada división se
creó ante el hecho de que no existe una adecuada respuesta entre
las agencias al desplazamiento, en particular a víctimas de guerra
y abusos de derechos humanos, explicó el funcionario.
Puso como ejemplo el actual caso de
Darfur, en Sudán.
Advirtió, sin embargo, que la ONU
padece de insuficiente apoyo financiero, tal como ha ocurrido con el
llamamiento consolidado de ayuda para 2004 de cinco mil millones de
dólares, para el que sólo se recibió poco más de tres millones.
"Mientras el presupuesto de
ayuda humanitaria global fue de 10 mil millones de dólares el año
pasado, el gasto militar fue de 800 mil millones de dólares, 80
veces más", denunció.
MacNamara lo calificó de vergüenza
internacional, que puede remediarse si existe la voluntad política
y se le da la prioridad que merece por parte de las Naciones Unidas
y los Estados responsables.