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Caras nuevas en el GP Dulce María quiere jugar la final ALFONSO
NACIANCENO
¿Cómo llegaste al cuadro regular? Nancy Carrillo se fracturó un dedo durante la gira de primavera por China y ahí mismo entré. ¿Nerviosa frente a las norteamericanas? Al principio del choque estaba tensa. Las había enfrentado en tres oportunidades en las que no presentaron a su selección completa, esta vez fue diferente, emplearon a todas sus estrellas. ¿Qué pasó con Rusia? Este año por segunda vez la derrotamos 3-2. Primero le faltaban dos jugadoras clave y ahora la Gamova, Tichtchenko y Artamonova, pero las nuevas tienen gran fogueo y son más altas y rápidas que nosotras. A pesar de nuestros errores defensivos, especialmente en el primer set, las vencimos. ¿Clasificarán para la final? El equipo tiene para llegar a la final, sin demeritar a Estados Unidos, Rusia, Brasil, China, Alemania e Italia, que tiene uno de los seis boletos seguros por ser el país sede. ¿Por qué de momento pierden tantos puntos seguidos? A veces obtenemos una cómoda ventaja y queremos realizar un saque poderoso para acabar pronto con el rival, esa ansiedad nos hace fallar en el servicio y nos desorganiza el juego. También es cuestión de pulirse y ganar experiencia. ¿Escapas de ese error? Tampoco escapo, aunque decido con rapidez hacia dónde atacar y tengo bastante éxito en el bloqueo. Con 72 kg de peso y 1.86 m de altura soy una central rápida que debe mejorar la coordinación del ataque. ¿Alguien más en la familia es deportista? No, ninguno de mis padres lo fueron, ni tampoco mis tres hermanos. ¿Qué deseas estudiar? Estoy graduada de un curso de acondicionadora física (fisioterapeuta) y pienso matricular la Licenciatura en Deportes. Con regularidad te veo escuchando música... Disfruto el hip-hop y para bailar prefiero a la Charanga Habanera, Pupy y los que Son Son y a Paulo FG. Dulce María integra una hornada de voleibolistas jóvenes que ascendió al equipo de mayores en el 2002, junto a Rosir Calderón, Daimí Ramírez, Nancy Carrillo, Yanelis Santos y Maibelis Martínez, unidas a otras establecidas para asumir el reto olímpico de Atenas. |
JAKARTA,
Indonesia.— A sus 20 años de edad, la santiaguera Dulce María
Téllez, todavía tiene la ñiñez a flor de piel. De noche, aprieta
contra la almohada a su osito de peluche y sueña con ser una
voleibolista estelar. Tal vez más temprano de lo que pensaba, la
vida la puso a prueba.
