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Aniversario 40 del asesinato de Ramón López Peña
"¡Papá, esto es de Patria o Muerte!"
JORGE LUIS MERENCIO
CAUTÍN
GUANTÁNAMO.—
Magnífico soldado, afable, cumplidor de sus tareas, un gran hijo de
la Patria. Así definían sus compañeros del entonces Batallón
Fronterizo al joven combatiente Ramón López Peña, asesinado el 19
de julio de 1964 por balas enemigas, disparadas por marines de la
Base Naval.
El día había
transcurrido tenso en el perímetro fronterizo que separa al suelo
patrio del territorio ilegalmente ocupado, en contra de la voluntad
de los cubanos. Desde bien temprano la posta enemiga, ubicada en las
coordenadas 43-67, rastrilla sus fusiles y apunta a nuestros
combatientes, quienes sin amedrentarse redoblan su firmeza en los
puestos de defensa.
Al centro, sentado, el joven Ramón López Peña durante la reunión de la comisión para su ingreso a la UJC.
A las 19:07 horas se
produce el horrendo crimen en la posta 44. La soberbia y la
prepotencia de los marines habían truncado la vida de un joven de
apenas 19 años, lleno de sueños, por el solo hecho de cumplir con
el deber de defender a su Patria, su pueblo y su naciente
Revolución socialista.
Ramón López Peña
había nacido en 1946 en Puerto Padre, actual provincia de Las
Tunas, donde desde temprana edad trabajó la tierra para ayudar a
sus padres y a numerosos hermanos, de los cuales era el mayor. Esta
razón le impidió rebasar el cuarto grado de la educación
primaria.
A los 15 años de edad
se incorpora a las Milicias Nacionales Revolucionarias y
seguidamente a las FAR. Su desempeño en la División 50, en Mangos
de Baraguá, y su participación en la Lucha Contra Bandidos
facilitan su ingreso al Batallón Fronterizo de Guantánamo, en el
que mantuvo sobresalientes resultados en la preparación combativa y
política, la superación cultural y en tres zafras del pueblo.
La decisión de defender
a su país la hizo indeleble en la respuesta a su padre cuando este
le pidió que se cuidara: "¡Papá, esto es de Patria o Muerte!",
sentenció quien luego se convirtiera en el primer mártir de esa
unidad ejemplar entre ejemplares, de esa punta de vanguardia de
nuestro sistema defensivo, que es hoy la Brigada de la Frontera,
Orden Antonio Maceo.
Su sepelio, encabezado
por el General de Ejército Raúl Castro, constituyó la más grande
manifestación de duelo popular en Guantánamo. Más de 50 000
pobladores expresaron su repudio e indignación ante el monstruoso
crimen.
Eunomia, su madre,
durante el velorio se vistió de miliciana para rendirle homenaje, y
afirmó ante una solicitud de la prensa:
"Yo, como madre
cubana que he perdido un hijo asesinado por los yankis, pido a las
demás madres que sigan la lucha, que no desmayen, que ante un dolor
como este el enemigo no vea nuestras lágrimas, sino que ocupemos el
lugar del hijo caído, y si es necesario dar la vida por la
Revolución, la daremos.2
Raúl entregó a
Andrés, el padre del combatiente caído, el carné que reconocía a
Ramón López Peña como el primer militante de la Unión de
Jóvenes Comunistas en las FAR y sentenciaba en su enardecido
discurso: "¡Que viva la paz, pero con los fusiles, cañones y
tanques bien engrasados...!"
Estas palabras
pronunciadas hace cuatro décadas por el Ministro de las FAR
adquieren hoy su máxima vigencia ante la agresividad creciente del
Gobierno de Estados Unidos contra nuestro país.
La vocación pacífica
de la Revolución y el ejemplo de entereza y patriotismo de Ramón
López Peña han constituido por años, y continuarán
constituyendo, guías para la actuación serena, responsable, y
firme, de los soldados cubanos en el perímetro fronterizo.
Al mártir, asesinado
apenas cuatro días después de habérsele iniciado el proceso para
su ingreso en las nacientes filas de la UJC en las FAR, se le
recuerda a diario en su unidad, en la cama que ocupara, en toda la
Brigada de la Frontera, donde los soldados más sobresalientes
integran la Vanguardia Combativa Ramón López Peña. El tributo
también se le rinde en escuelas y otros colectivos que llevan su
nombre.
La historia nos enseña
que se puede matar a los hombres, pero no a las ideas. Por eso
perdurará por siempre el ejemplo de este joven, soldado
incondicional de la Patria. |