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Esquina escolar
La recordista era una
niña debilucha
Ventura
de Jesús
JAGÜEY
GRANDE.— La jovencita llegó a la última andanada de tres
flechazos con toda la serenidad del mundo. Ignoraba, sin embargo,
que estaba a punto de implantar una nueva marca mundial.
"Noté que muchos
se reunieron y me miraban de una manera indiscreta. Cuando efectué
el último disparo estuvieron muy al tanto de la puntuación.
Entonces vi que empezaron a reír y a aplaudir. Supe entonces lo del
récord, y que el anterior estaba en poder de una europea. De la
emoción se me aguaron los ojos."
La arquera Elizabeth
Mercedes González Rodríguez, a quien todos llaman Eliza en su
natal Jagüey Grande, protagonizó una de las actuaciones más
descollantes en estos XL Juegos Escolares Nacionales, al implantar
el pasado miércoles marca mundial en la categoría cadetes, con 309
puntos, a la distancia de 50 metros.
Algo impresionada
todavía por el alcance de su resultado, la chica confesó que se
inició en este deporte a los 11 años y que al principio no le
gustaba. "Entré por embullo. Había que entrenar muy fuerte y
sacrificarse mucho. Después me fui adaptando y ahora el tiro con
arco es mi gran sueño. No pienso en otra cosa".
Eliza terminó el
décimo grado en el IPUEC César Modesto Rodríguez con un promedio
de 99,32 puntos.
Entrena en el campo de
tiro de ese municipio. Para Jorge Luis Carrasco, su preparador, es
una chica muy estudiosa y disciplinada. "Jamás he tenido que
regañarla", subraya.
Aunque vive consagrada
al tiro con arco, dice disfrutar de la música en sus ratos libres,
y que sus favoritos son la Charanga Habanera, Buena Fe, Marc Anthony
y Chayanne. Prefiere a las personas tranquilas y sinceras, y se
niega a tener novio por ahora.
Admite la madre, Odalys
Rodríguez, que la niña empezó en el deporte en un ambiente
predispuesto en contra suya. "Yo no quería que ella practicara
nada. Tenía mucho miedo, pues desde bien pequeña era enfermiza y
debilucha. Me puse hasta brava cuando supe que la habían
captado".
—¿Y ahora, mamá,
qué piensa de su recelo?
"No me digas nada.
Siento hasta vergüenza. Solo me reconforta saber que ella se lo
merece. Me siento feliz por las dos." |