Información sobre el nuevo sistema de precios del mercado minorista en divisas convertibles

La Comisión Gubernamental de Reestructuración y Atención a los Precios del Mercado Minorista en Divisas Convertibles desea comunicar lo siguiente:

Las brutales medidas adoptadas por el gobierno de Estados Unidos para golpear la economía del país, dentro de sus planes asesinos y genocidas contra el pueblo de Cuba, nos obligaron a reestructurar de inmediato la lista de productos y precios que desde los primeros años del período especial se comenzaron a ofertar en una red minorista de tiendas que operan en divisas. Ello requeriría el cierre total de esas instalaciones durante no menos de tres semanas. La opción de realizar esa tarea y mantener funcionando a la vez una parte de las mismas para un grupo de productos de gran demanda era sumamente complicada y engorrosa. Se optó sin embargo por esta variante, enfrentando las dificultades pertinentes y con el apoyo consciente e infatigable de todos los trabajadores e instituciones que debían participar en la operación.

Nos satisface informar que en sólo 13 días de intenso, meticuloso e ininterrumpido trabajo de análisis y revisión de los precios de decenas de miles de mercancías y servicios diferentes, el complejo proceso de determinación de los nuevos precios y el subsiguiente reetiqueteado de decenas de miles de artículos presentes en los más de cinco mil establecimientos que componen el mercado minorista en divisas a lo largo y ancho del país fue concluido, y han sido creadas las condiciones requeridas para reanudar el lunes 24 de mayo las ventas en las tiendas cuya suspensión fue anunciada en la nota oficial del pasado 10 de mayo.

El cierre de las ventas en divisas, que no incluyó a la gastronomía, el expendio de combustibles y las tiendas ubicadas en las instalaciones turísticas y aeropuertos, estuvo además dirigido a obstaculizar las eventuales acciones de acaparamiento y especulación de aislados elementos inescrupulosos que en situaciones como estas intentan medrar en perjuicio de los intereses del país. También se producen en situaciones como estas casos de personas que, ansiosas por el temor de que los productos no puedan adquirirse después, se impacientan por comprarlos lo más rápidamente posible. A pesar de las dificultades enumeradas, durante el período comprendido desde el 11 de mayo hasta hoy, no se produjeron incidentes de significación alguna en la red de tiendas en divisas. Puede afirmarse que, como norma, el comportamiento de la población fue ejemplar, lo cual constituyó una prueba más de la confianza, el apoyo y la comprensión de nuestro pueblo a las medidas que el país se ve obligado a tomar y que tuvo adicionalmente, como expresión de valentía y conciencia insuperable, la combativa e impresionante manifestación de más de 1 millón 200 mil compatriotas de las provincias habaneras en la gigantesca marcha de protesta frente a la Oficina de Intereses del gobierno de Estados Unidos realizada el 14 de mayo, un récord difícil de igualar en cualquier lugar del planeta.

A pesar de las explicables compras de algunos productos por encima de las habituales, no ocurrió, salvo casos aislados, desabastecimiento de los productos esenciales, a lo cual contribuyó el esfuerzo extraordinario de las empresas productoras y de los diferentes organismos involucrados en la transportación y distribución.

En los precios minoristas en divisas se produjeron, tal como se había anunciado, determinados incrementos que fueron limitados al mínimo posible en las circunstancias concretas de este momento, y sin dejar de tomar en cuenta como elemento esencial las características y necesidades de cada uno de los productos.

En algunos de ellos no se produjo aumento alguno.

En la gran mayoría de los productos alimenticios los precios se elevaron sólo un 10 por ciento.

Los productos de aseo personal y limpieza, 10 por ciento.

Casi todos los productos de la gastronomía, las confecciones, calzado para niños, artículos de canastilla y mochilas, 10 por ciento.

Cosméticos, electrodomésticos, muebles, colchones y otros similares, un 10 por ciento.

Las confecciones y calzado de adultos, artículos deportivos, de oficina y otros, entre un 12 y un 20 por ciento.

La modalidad de venta de "todo por un precio" se modifica, estableciéndose los siguiente cambios: de 1 a 1.50, de 2 a 3, de 3 a 4, de 5 a 7 y de 10 a 12.

A cervezas, cigarrillos y tabacos se les ha fijado un precio superior al actual, aunque no excesivo.

Los combustibles que se expenden en divisas se elevan entre un 5 y un 22 por ciento, muy inferior al aumento de los ya casi inaccesibles precios del mercado mundial, en el cual se observan constantes incrementos debido al caos internacional y las crecientes crisis originadas por la política aventurera y guerrerista de la actual administración de Estados Unidos.

El aumento promedio de los precios ha sido 15,4%. Desde luego que tales aumentos compensan sólo una pequeña parte de los considerables gastos que han significado para el país los extraordinarios incrementos de precios que se han producido en alimentos, combustibles y costos de la transportación marítima que han tenido lugar en los últimos dos años.

Es necesario, sin embargo, recordar y reiterar el principio establecido de que en las tiendas que venden en divisas los precios son libres por varias razones fundamentales. Citemos tres de ellas:

  1. Se trata de productos que en lo fundamental están al alcance de una parte reducida de la población. Es cierto que con la creación de las casas de cambio, la posibilidad se extendió a sectores más amplios de nuestra ciudadanía; pero la gran realidad es que todavía en nuestro país, sobre todo a partir del período especial, existen grandes diferencias de ingresos entre una parte minoritaria y la inmensa mayoría de la población.

  2. Los colosales saltos en el mercado mundial que se producen en los precios de los combustibles, los alimentos y muchas materias primas esenciales importados.

  3. La extraordinaria variabilidad en los precios de las monedas y de las mercancías, debido a las operaciones especulativas, o las bruscas subidas de las tasas de interés como consecuencia del irracional e insostenible orden económico mundial, y que además deprimen de modo especial y casi exclusivo los precios de los productos básicos de exportación del Tercer Mundo. Esto ha costado más de una vez grandes sumas de divisas al país. Las fluctuaciones de los costos de productos y materias primas que se adquieren en esas monedas no admite la aplicación de precios inamovibles en las tiendas que operan en divisas.

En nuestro estado, la obligación prioritaria y el deber más sagrado es garantizar los alimentos, las medicinas, las necesidades y los servicios vitales de todo el pueblo sin excepción alguna. A este principio no se renuncia ni puede renunciarse.

A esta realidad se añade el hecho de que los servicios de educación, salud y otros altamente humanos y vitales son absolutamente gratuitos. Los alimentos que se entregan como cuotas a toda la población son extraordinariamente subsidiados, y casi la totalidad de los ingresos que el país obtiene con la venta en divisas se dedican a la adquisición de alimentos, medicamentos, combustibles, programas sociales altamente priorizados de los que dependen la calidad de vida y el futuro de nuestro pueblo, y muchas actividades para satisfacer las necesidades esenciales de todos los ciudadanos sin excepción alguna, reciban o no dólares del exterior o pesos convertibles como justos estímulos a su trabajo. También sin excepción alguna, los que en mayor o menor medida reciben dinero del exterior pueden adquirir los productos subsidiados y a precios tan mínimos que, por ejemplo, en el caso del litro de leche que se entrega diariamente a cada niño hasta 7 años, con un dólar que se reciba, un núcleo familiar puede adquirir la cuota de 104 días, al recibir 26 pesos por un dólar en CADECA y pagar por esa leche 25 centavos de peso: es decir, menos de un centavo de dólar el litro, cuando en Estados Unidos ese mismo litro cuesta en dólares por lo menos cien veces más.

Privarnos de esos recursos, y reducirlos a cero si fuera posible, es el objetivo fundamental de las draconianas medidas del señor Bush.

La Comisión Gubernamental de Reestructuración y Atención a los Precios del Mercado Minorista en Divisas mantendrá un permanente seguimiento del resultado de la aplicación de las medidas señaladas, y considera su deber recordar y reiterar la idea que el Gobierno Revolucionario, bajo cuya dirección actuamos, señaló con toda firmeza: si las medidas adoptadas no fuesen suficientes para enfrentar los obstáculos, se adoptarán adicionalmente las que sean necesarias y siempre bajo el principio invariable de que los requerimientos esenciales de la población serán siempre priorizados.

Comisión Gubernamental de Reestructuración y Atención a los Precios del Mercado Minorista en Divisas

23 de mayo del 2004

 

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