Mayo también trajo dolor a los cubanos
Pasajes del terrorismo contra Cuba
Los enemigos de la felicidad que brota de los
cubanos, les han amargado mayo en varias ocasiones, convirtiéndolo
en un mes de tristes recuerdos y dolorosas ausencias. Es entonces
cuando el peso de los más de tres mil muertos y dos mil heridos nos
duele sobremanera y miramos al Norte de donde siempre ha venido el
golpe traicionero y criminal
PERCY FRANCISCO ALVARADO GODOY
Escritor guatemalteco
Sin lugar a dudas,
cuando mayo se anuncia en cada parte de la Isla, los cubanos piensan
de inmediato en dos fechas: el Primero de Mayo en el que saldrán
nuevamente a las calles para reivindicar entre banderas la eterna
primavera que defienden, así como cada segundo domingo de Mayo, en
el que celebran el Día de las Madres.
Mayo, pues, podría decirse que se ha
convertido en un mes de reafirmación del amor hacia la Madre y
hacia la Patria. Sin embargo, los enemigos de la felicidad que brota
de los cubanos, les han amargado mayo en varias ocasiones,
convirtiéndolo en un mes de tristes recuerdos y dolorosas
ausencias. Es entonces cuando el peso de los más de tres mil
muertos y dos mil heridos nos duele sobremanera y miramos al Norte
de donde siempre ha venido el golpe traicionero y criminal.
De allí, de la Florida, de la
componenda asesina montada por Estados Unidos y un grupo de
desalmados matones, vino la muerte aquel triste 7 de mayo de 1961,
cuando desapareció una lancha de la naciente Marina de Guerra
Revolucionaria. Capitaneada por el comandante Andrés González
Lines e integrada por 17 tripulantes, la nave R 43 desapareció
misteriosamente a diez millas del norte de Mariel cuando realizaba
un viaje de prueba de máquinas. Siempre quedó la duda, la
premonición dolorosa de que el incierto destino de estos hombres
fue provocado por la mano asesina de nuestros enemigos.
Con la muerte de González Lines
desaparecía un hombre digno. De procedencia humilde y amante del
mar, logró cumplir sus sueños al ingresar por oposición a la
Academia Naval del Mariel con vistas a hacerse oficial de la marina
mercante. Militante comunista desde 1937, se graduó finalmente como
alférez de fragata de la marina de guerra.
Designado profesor de la Academia
Naval del Mariel en 1942, se opuso al golpe batistiano del 10 de
marzo de 1952. A partir de allí, comprendiendo que ayudaría mejor
a la causa revolucionaria desde las propias filas de la marina de
guerra, participó en el levantamiento popular del 5 de septiembre
de 1957 en un heroico acto de rebeldía y amor patrio. Condenado a
seis años de prisión, fue liberado el primero de enero de
1959 cuando triunfó la Revolución.
Este hombre amante del mar,
sentimiento profundo que lo llevó a fundar la Sociedad de Amigos
del Mar, murió frente al deber y amasando los más bellos sueños
por los que luchó.
Apenas cinco días después, como una
confirmación de la suerte corrida por González Lines y su
tripulación, una nave fuertemente artillada, procedente de los
Estados Unidos, atacó la lancha de vigilancia costera SV 28 al
noroeste de Santa Cruz del Norte, provincia de La Habana. Otra vez
la mano criminal de la CIA y sus asalariados de la mafia terrorista
segaba la vida de valerosos hombres de mar. Como resultado de la
brutal agresión perpetrada por miembros de Alpha 66, murieron
Reynold B. Díaz, Enrique García Hernández y José López, así
como recibieron heridas otros cinco tripulantes.
El 21 de mayo de 1966 resultó
vilmente asesinado el joven soldado Luis Ramírez López, miembro
del Batallón Fronterizo, mientras hacía guardia en un puesto
aledaño a la Base Naval de Guantánamo, territorio usurpado a Cuba
por Estados Unidos. La bala asesina, disparada por un marine
norteamericano, privó a este joven de un futuro promisorio y a la
Patria de un hijo digno. Como respuesta a tan atroz crimen, miles de
ciudadanos acudieron a su entierro en el cementerio de Santa
Ifigenia, en Santiago de Cuba.
El continuado terrorismo contra Cuba
en el mes de mayo se manifestó de diversas y repugnantes formas.
Desde las infiltraciones de terroristas para cometer atentados
contra el Comandante en Jefe, como el ocurrido el 29 de mayo de
1966, hasta ataques a pueblos y fábricas cubanas como el ocurrido
el 13 de mayo de 1964 contra el central azucarero Luis Enrique
Carracedo.
Dentro de esas intenciones de
infiltrar terroristas en territorio cubano, sobresalió la
infiltración realizada el 3 de mayo de 1969 por la antigua
provincia de Oriente, ocasión en que un grupo de agentes de la CIA
al mando de Amancio Mosquera "Yarey" intentó crear focos
beligerantes en las montañas cubanas y promover hechos violentos en
la zona.
También hubo ataques, secuestros y
hostigamientos contra embarcaciones cubanas como los efectuados
contra la goleta cubana Joven Amalia el primero de mayo
de 1963; contra la embarcación San Pedro, realizada el
12 de mayo de 1967, y los ataques contra las lanchas pesqueras Plataforma 1 y
Plataforma 4, ocurridos el 10
de mayo de 1970.
La mano de la CIA y de las
organizaciones contrarrevolucionarias cubanas atacó en diversas
oportunidades sedes diplomáticas en otros países. El 3 de mayo de
1967 hicieron estallar una bomba en el automóvil del Embajador
cubano en México y provocaron heridas a cuatro personas. Siguiendo
esta dirección, el 29 de mayo de 1969 fue colocada una bomba frente
al consulado general de Cuba en Montreal. Cinco años después, el 4 de
mayo de 1974, hicieron detonar dos bombas frente al consulado cubano
en Mérida, Yucatán, en México.
Otras bombas fueron colocadas en
embajadas cubanas como en el caso de la de España (17 de mayo de
1972) y Londres (4 de mayo de 1974).
Dentro de este contexto de agresiones
ocurridas en mayo, tal vez el hecho más repugnante lo constituyó
el incendio provocado en un edificio de 10 plantas, ubicado en 49 y
124, en Marianao, en el que se encontraba situado el círculo
infantil mayor de Cuba en esos momentos. Poniendo en peligro la vida
de 570 niños y la de otros cubanos, la mano de los enemigos de la
Revolución quiso golpearnos vilmente aquel 8 de mayo de 1979.
Muchas páginas de terror podrían
describirse en este artículo, pero la lista sería interminable.
Los asesinos que realizaron estos hechos, los mismos que el 20 de
mayo de 1995 también tirotearon impunemente el hotel Guitart
Cayo Coco, aún se pasean libremente en la Florida y llegan,
incluso, a vanagloriarse de sus criminales aventuras contra Cuba.
Mayo lo sabe bien, pues ha sido
testigo de tanta canallada. Nosotros también lo sabemos, pues lo
hemos padecido. |