WASHINGTON, 29 de abril (PL).—
El gobierno de Estados Unidos aprovechó las leyes de inmigración
para deportar a 45 mil personas entre octubre y febrero últimos, lo
cual preocupa a los grupos defensores de derechos civiles, reveló
hoy el diario La Opinión.
Según el rotativo de la ciudad de
Los Ángeles para lograr sus propósitos la administración
republicana recurre a la Reforma de Inmigración Ilegal y
Responsabilidad Inmigratoria, a la iniciativa ABC (Control de la
Frontera de Arizona) y a la Ley Patriota.
No obstante, la cifra puede crecer
considerablemente pues las autoridades de inmigración y aduanas
buscan a casi 400 mil personas, agrega el matutino.
Al justificar su conducta la
administración señaló que la mayoría de esos individuos son
delincuentes o terroristas con cargos probados.
En ese sentido, el portavoz del
Control de Inmigración y Aduanas, Ross Knocke, manifestó que las
autoridades tratan de localizar a los extranjeros considerados una
amenaza para la Unión.
Estadísticas oficiales que cita el
periódico indican que en el año fiscal de 2002 Estados Unidos
deportó a 115 mil 645 personas y 144 mil el pasado año.
En el presente año fiscal comenzado
en octubre y hasta finales de febrero el número asciende a 45 mil.
La Opinión señala que el
Departamento de Seguridad Interna creó un archivo sobre 112 mil
extranjeros con antecedentes criminales y otro de 12 mil sin cargos,
que está a disposición del Buró Federal de Investigaciones y de
los departamentos de policía locales.
Agrupaciones de la defensa de los
derechos y libertades civiles de los inmigrantes prevén que en el
país se realizarán redadas y deportaciones masivas en un futuro
inmediato, destaca el diario.
Para Isabel García, copresidenta de
Derechos Humanos en Tucson, Arizona, cada día se están erosionando
más los derechos y garantías civiles en Estados Unidos.
En su opinión, la aplicación de
leyes "tan represivas e injustas sólo conllevan a juzgar a los
inmigrantes como criminales internacionales, a los que se les ha
deshumanizado como personas".
A principios de este año el
presidente George W. Bush propuso una reforma al sistema de
inmigración rechazada por organizaciones no gubernamentales porque
facilitaría la deportación de los indocumentados.
Este es un programa sin salida que
dará vía a una deportación más fácil, afirmó Margaret McHugh,
directora ejecutiva de la Coalición de Inmigración de Nueva York,
la cual agrupa a 150 grupos.