El ciudadano mexicano Carlos Ahumada
Kurtz, quien ingresó a nuestro territorio como turista el 27 de
febrero del 2004, fue detenido en La Habana el pasado 30 de marzo y
puesto en prisión provisional el 5 de abril, como fue oportunamente
informado.
El acusado Ahumada Kurtz ha ejercido
todos sus derechos y dispuesto de todas las garantías al amparo de
nuestra legislación, incluidas la asistencia de abogado defensor y
de la Sección Consular de la Embajada de los Estados Unidos
Mexicanos, esta última, según establece la Convención de Viena de
Relaciones Consulares.
De manera oportuna se dio a conocer
el Auto de Imposición de Medida Cautelar de Prisión Provisional
emitido por el Fiscal y se ha mantenido informada, en la medida de
lo posible y conveniente para dicha investigación, a la opinión
pública.
La compleja y cuidadosa
investigación realizada permite concluir que el acusado no cometió
delitos específicos en Cuba, pero dejó establecido que, en su
condición de prófugo de la justicia mexicana y presunto
responsable de graves delitos de naturaleza diversa cometidos en
México, pudo ocasionar serios daños a nuestro país.
No puede ignorarse la coyuntura,
especialmente difícil, que vive nuestro pueblo bloqueado, amenazado
y calumniado, ni los reiterados intentos de lesionar la credibilidad
y el prestigio de la Revolución cubana, creando con ello
condiciones propicias para la agresión imperialista contra nuestra
Patria.
El Gobierno de México no ha
presentado una solicitud formal de extradición de Ahumada Kurtz,
pese a que ha transcurrido casi un mes desde que solicitaron su
detención provisional.
Nuestras autoridades han hecho notar
que el requerimiento de la Policía Internacional INTERPOL, que dio
origen a la detención de Ahumada, se basaba en un presunto delito
de lavado de dinero. Sin embargo, la referida solicitud de
detención provisional recibida de la Embajada de México sólo
recogía un presunto delito de fraude genérico.
Las autoridades mexicanas solicitaron
posteriormente la realización de cuatro diligencias de asistencia
judicial, supuestamente relacionadas con el caso y referidas a
delitos electorales y de apropiación ilícita de recursos, pero
todas están relacionadas con procesos en los cuales Ahumada Kurtz
comparece como denunciante o testigo, pero en ningún caso como
acusado.
Carlos Ahumada Kurtz ha declarado que
la operación realizada con empleo de los videos sobre corrupción
difundidos en México fue calculada deliberadamente para alcanzar
objetivos políticos y planificada con meses de antelación.
La investigación realizada en Cuba
demuestra que los hechos relacionados con el señor Ahumada Kurtz y
el escándalo público desatado en torno a ellos tienen una
incuestionable connotación política y afectan de un modo u otro
tanto a funcionarios y autoridades del Gobierno como a otras
personalidades políticas de ese país. Se trata de cuestiones
absolutamente internas, sobre las que a Cuba no le corresponde
emitir juicios.
Cuba no desea en modo alguno
inmiscuirse en los asuntos internos de México. Se nos ha mezclado
indebidamente en ese escándalo.
Por tanto, el Gobierno cubano, fiel a
su invariable política de absoluta transparencia, cuya ética no
transige con la manipulación política, y que mantiene una
intachable lealtad a sus principios, ha decidido proceder a la
inmediata deportación a México de Carlos Ahumada Kurtz.
A las 8:30 am, el Ministerio de
Relaciones Exteriores informó a INTERPOL Cuba esta decisión y le
solicitó comunicarla a INTERPOL México, añadiéndole que en las
primeras horas de la tarde de hoy el ciudadano mexicano Carlos
Ahumada Kurtz sería trasladado a su país y puesto a disposición
de las autoridades pertinentes. A las 9:00 am INTERPOL Cuba
trasladó el mensaje indicado a INTERPOL México.
A la misma hora, el Instituto de
Aeronáutica Civil de Cuba solicitó a la autoridad aeronáutica de
México permiso de sobrevuelo y aterrizaje para que una aeronave de
Cubana de Aviación partiera hacia la ciudad de México a las 3:00
pm para cumplir dicha misión.
Como ya se conoce, Carlos Ahumada
Kurtz fue arrestado en virtud de un mensaje de INTERPOL México que
lo relacionaba con un delito de lavado de dinero.
Ministerio de Relaciones Exteriores
República de Cuba
La Habana, 28 de abril del 2004.