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Imaday recuperó la otra sonrisa Rafael Pérez Valdés
"Bajé mi tiempo en esa prueba, y estoy feliz...", dijo en el Complejo Baraguá (La Habana del Este), donde sepultó su anterior primacía nacional, 1:12.26, establecida en septiembre del 2002, durante una prueba de control. La muchacha de Alamar tiene ahora cinco doradas, como en la I Olimpiada, pero continuará tratando de sumar nuevos lauros:
"He mejorado mucho mis marcas, y teóricamente puedo llegar a siete de oro", dijo pensando en los eventos pendientes. La fuerte rivalidad entre nadadores visitantes y los de casa, dentro de la piscina, se resolvió ayer en cuanto a medallas de oro dividiendo la naranja a la mitad, aunque en aguas abiertas los cubanos redondearon las cuatro posibles. En la pileta Diana Torres (Bogotá, Colombia) abrió la velada, ya con la corneta lista para dar la salida, imponiéndose en los 100 mariposa (1:06.12), poco antes de que Erwin Maldonado (VEN) dominara los 400 libre (4:05.68). Luego vino Imaday (OCC), con la actuación ya señalada, y el pechista Juan Vargas (OTE), ganador de los 200 pecho, gracias a su 2:24.42, un crono que lo dejó medianamente satisfecho. "Esperaba ese tiempo, cumplí las instrucciones de mi entrenador, José Faroy. Creo que no podía bajar más, pues he tenido muchas afectaciones en los entrenamientos, las habituales de los meses de invierno, más un mes en mi caso por enfermedad", dijo el ganador de las tres de oro en el pecho. Y en los cinco kilómetros de aguas abiertas dominó otra vez Migmaris Calderón (OTE-1:01.48 horas) y Yunier Hernández (OTE-58:14), en porfía desarrollada en el circuito Marcelo Salado. "Siempre me gustaron los eventos de fondo, el mar, incluso más que la piscina: ¡sí, me gusta más el mar..!", dijo Calderón. Más información: www.granma.cubaweb.cu/eventos/oli2/ |
Es
habitual ver una sonrisa en el rostro de la nadadora Imaday Núñez,
quien continúa ganando muchas coronas. Pero la de los días
anteriores no era tan elocuente como la que mostró ayer, tras
dominar los 100 pecho, con récord nacional de 1:12.02 minutos.
¡Era el evento al que más corazón tenía que ponerle!
