Arte para un artista
ejemplar
Omar
Vázquez
Danza
Contemporánea de Cuba, dirigida por Miguel Iglesias, puso en escena
Génesis y Lídice Nuñez regaló el estreno de su
coreografía de Te amaré, sobre la canción de Silvio
Rodríguez. Ese fue el comienzo en la Sala Covarrubias de la gala
que la UNEAC, expresando el sentir de sus miembros, dedicó a Frank
Fernández en su cumpleaños 60, quien recibió de manos del
presidente de la organización, Carlos Martí, una obra del pintor
Santos Serpa, y el Diploma Amadeo Roldán, por parte de la
Asociación de Músicos.
Al
homenaje se sumaron el pianista Aldo López—Gavilán, junto a
Carlos Rodolfo Valdés (baterista) y Néstor del Prado (bajista) y
la sorprendente agrupación Voces entre Cuerdas, camerata dirigida
por el maestro Miguel Patterson, que recreó obras de la autoría de
Frank y Contigo en la distancia, de Portillo de la Luz, con
un singular tratamiento vocal, para luego acompañar a la excelente
pianista Adriana Valera.
El propio Frank,
acompañado por Voces entre Cuerdas, completó el programa con una
reformulación armónica y una ceñida adaptación melódica a su
propia personalidad, de una obra que —según confesó—, es la
que más toca: El tema del amor (del exitoso serial
televisivo La gran rebelión). Esa fascinante entrega
culminó una gala que hay que agradecer.
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