NACIONES
UNIDAS, 13 de abril (PL). — El secretario general de la ONU, Kofi
Annan, señaló hoy que la falta de seguridad en el Iraq ocupado
constituye el principal obstáculo para una amplia presencia de la
Organización mundial allí.
Afirmó que la ONU monitorea muy de
cerca la actual situación en ese país,"mientras hacemos lo
mejor que podemos", y que espera tener un cuadro más certero
cuando retorne su enviado especial, Lakdar Brahimi.
El asesor para el contencioso iraquí
cumple en difíciles condiciones un programa de contactos con
representantes de distintos sectores de la sociedad con vista a la
designación por la coalición ocupante de un nuevo gobierno a
instalarse el primero de julio venidero.
Brahimi inició su gestión en el
peor momento con una resistencia generalizada en la que confluyen
sunitas y chiítas, y que ha puesto en juego el plan de Washington
para un "traspaso de poderes", con la presencia indefinida
de las tropas invasoras.
Aunque Annan indicó que sostiene
contactos telefónicos frecuentes con su enviado, rehusó detallar
qué tipo de administración interna se aconseja para esa fecha.
Advirtió que un aplazamiento en la
ejecución del plan de "transferencia" puede tener
consecuencias negativas ya que los iraquíes aspiran a encontrar
alguna vía para recuperar su soberanía.
También manifestó que le resultaba
difícil considerar como viable la realización de elecciones
generales en Iraq, en enero de 2005, la otra encomienda en manos de
Brahimi.
En cuanto a un proyecto de crear una
futura fuerza multinacional para proteger a la ONU en Iraq,
reconoció que el actual deterioro de la situación no alienta para
nada a países potenciales contribuyentes de tropas.
De hechura estadounidense, el
mencionado proyecto a considerarse en el Consejo de Seguridad,
limitaría el papel de las Naciones Unidas a las dos cuestiones en
manos de Brahimi.