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Exposición en la UNESCO por Carpentier
Marta
Rojas
El Salón de los Pasos
Perdidos de la UNESCO, en París, se abrirá el próximo jueves 15
para homenajear, con una muestra pictórica, al escritor cubano Alejo
Carpentier, de quien este año se celebra el centenario de su
nacimiento. La exposición corresponde al artista cubano Moisés
Finalé, la cual fue mostrada ya por el Museo de Bellas Artes en La
Habana el pasado año, con la curaduría de Corina Matamoros.
De la serie de Finalé, Los guardianes, se exhibirá en París bajo los auspicios de la Embajada de Cuba en Francia y la Delegación Permanente de nuestro país en la UNESCO.
De esta muestra
extraordinaria escribió en el catálogo Eusebio Leal Spengler: "Y es
que este nuevo Moisés conduce a una ignota tierra prometida, a una
legión de divinidades danzantes. Dioses de un Olimpo que Alejo
Carpentier halló en las islas exuberantes del Caribe y Wifredo Lam en
el invisible personaje de la silla o en el verdor febril de la jungla".
Un homenaje a Carpentier
montado sobre el ala de las artes plásticas es quizás, con la
música, lo más representativo para recordar al autor de El reino de
este mundo, El siglo de las luces, Los pasos perdidos o
cualquiera de sus obras de ficción o periodismo porque en todas ellas
están presentes, reverenciadas desde la naturaleza misma, estas
artes. Además, Alejo escribió sobre las artes visuales, en solo ocho
años (1951–1959) más de 180 trabajos periodísticos (reseñas y
crónicas), que han sido reunidas. Estas abordan desde un Lautrec en
su apogeo, a Salvador Dalí, pasando por el impresionante arte
mexicano; Picasso, el arte de Tracia, el asombroso Le Corbusier,
Calder, el arte de Escandinavia; la trayectoria del gran Wifredo Lam
quien fue un amigo entrañable junto al escultor cubano Agustín
Cárdenas; el arte del Congo Belga, los pintores de España y el robo
de la Gioconda, por mencionar solo algunas de las crónicas que
integran la obra publicada por la editorial Letras Cubanas en 1993,
que nutrieron su sección caraqueña del diario El Nacional de su
tiempo en Venezuela: Letra y Solfa.
El Carpentier amante de
las artes plásticas contribuyó también a enriquecer las salas
cubanas del Palacio de Bellas Artes con obras de su colección tan
valiosas como La silla, de Lam, y otras donadas por Lilia
Esteban, su compañera en la vida.
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