MOSCÚ, 31 de marzo (PL). — Una
Resolución de la Duma estatal (Cámara Baja rusa) aprobada hoy por
mayoría, condenó la ampliación hacia el este de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por considerarla un obstáculo a la
estabilidad y seguridad en Europa.
Según ese texto, que contó con el
voto positivo de 305 diputados, 41 en contra y una abstención, el
acercamiento de la alianza a las fronteras de Rusia contradice los
acuerdos de buena voluntad logrados en los últimos años.
El enfrentamiento colectivo a las
amenazas mundiales actuales no exige el despliegue en los estados
limítrofes con Moscú de grandes cantidades de armamentos, ni la
realización de vuelos de exploración a cargo de aviones radares
del tipo AWACS, o el patrullaje del espacio aéreo de Letonia,
Lituania, Estonia y Polonia, subraya el documento.
También fustiga el carácter
ofensivo de la doctrina militar de la OTAN, el afán de incrementar
su presencia en diferentes regiones del planeta y la tendencia a
influir con la fuerza en detrimento de la Organización de Naciones
Unidas.
La situación político-militar en el
Viejo Continente será inestable hasta tanto todos los estados, sin
excepción, suscriban el Tratado Modificado sobre Fuerzas
Convencionales en Europa (CFE, por sus siglas en inglés), del 19 de
noviembre de 1990, añade ese protocolo.
Varios nuevos miembros de la OTAN,
incluidas las tres naciones bálticas, precisa, no son firmantes de
ese Tratado, de ahí que se crea una zona sin limitaciones a la
presencia de fuerzas armadas internacionales.
Los legisladores rusos acordaron
enviar su mensaje a la presidencia de la nación, y proponer una
sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad en el cual, con
apego a los compromisos internacionales, se valore la posibilidad de
reforzar las medidas de defensa en regiones aledañas con los nuevos
miembros de la OTAN y, en general, en todo el territorio nacional.
Tras la firma de acuerdos en
Washington, a partir del 2 de abril, serán incorporados a la
alianza siete miembros, a saber Estonia, Lituania,
Letonia, Rumania, Bulgaria, Eslovaquia y Eslovenia.
También las autoridades de
Macedonia, Albania y Croacia, han ratificado su voluntad de
adherirse a esa organización creada en 1949.