Realizan huelga en Italia contra reforma de pensiones gubernamental

ROMA, 26 de marzo (PL). — Miles de italianos participaron hoy en una huelga general en protesta por los intentos del gobierno del primer ministro conservador Silvio Berlusconi de aplicar una polémica reforma de pensiones y por el estancamiento de la economía.

Las tres mayores centrales sindicales del país (CGIL, CISL y UIL), con más de 11 millones de afiliados, informaron que el paro de cuatro horas fue un éxito, en tanto 200 mil personas se manifestaron en Milán, 100 mil en Palermo, 80 mil en esta capital, 50 mil en Génova, y 40 mil en Turín.

Esas organizaciones afirmaron que la paralización temporal de las labores superó el 70 por ciento en empresas cruciales de este estado como Fiat, Parmalat, Barilla, Otis, Pirelli y Enel.

La huelga, dirigida contra los intentos de Berlusconi de elevar la edad para acceder al cobro de jubilaciones, fue acatada por casi el 80 por ciento de los empleados del sector de la salud, la enseñanza, la administración pública y la banca, éstas dos últimas esferas con suspensiones de ocho horas.

Además, el correo paralizó sus servicios durante todo el día y el transporte público, en dependencia de la ciudad que se trataba, dejó de funcionar entre cuatro y ocho horas.

Solo las aerolíneas quedaron fuera de las protestas de hoy, pues sus empleados planifican manifestarse el venidero 5 de abril.

El gobierno centroderechista italiano enfrenta por tercera ocasión en menos de un año una demostración popular masiva a sus intentos de introducir cambios sensibles en el sistema de seguridad social.

Las paralizaciones realizadas en octubre último obligaron a Berlusconi a postergar para el 19 de abril venidero la discusión en el Parlamento de sus conflictivas propuestas.

El plan gubernamental prevé elevar la edad de pensiones de 57 a 60 años para el año 2008, en tanto exige 40 años de trabajo acumulado, en lugar de 35 como hasta ahora.

Para justificar la aplicación de esa medida, el gabinete afirma que el fondo necesario para el pago de jubilaciones representa el 15 por ciento del Producto Interno Bruto y considera que la reforma en ese sector significará un ahorro del 0,7 por ciento del PIB.

De igual forma, las centrales obreras denunciaron que el pobre crecimiento del 0,3 por ciento registrado en el 2003 y la reducción de la producción industrial afectó el poder adquisitivo de la población, pues la creciente inflación supera las alzas salariales.

Al referirse, a la huelga, el líder del CGIL, Guglielmo Epifani, consideró que ello era una respuesta al gobierno para demostrarle que se equivoca, en tanto su colega de la CISL, Savino Pezzotta, resaltó la utilidad del paro para obligar al gabinete a negociar.

 

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